Después de dos días de parálisis, el aeropuerto de Hong Kong volvió a funcionar. Pero los manifestantes continúan su lucha. La protesta en el aeropuerto internacional de Hong Kong duró cinco días consecutivos hasta que el miércoles, debido a la brutal represión de la policía hongkonesa, los manifestantes empezaron a dispersarse, pero hasta la mañana de este miércoles se reportaban enfrentamientos en las calles de la ciudad.
Durante la protesta en el aeropuerto, los activistas corearon consignas, cantaron canciones e intentaron entablar conversaciones con los viajeros: algunos, los más frustrados con la situación, los criticaban, pero otros eran más comprensivos.
La mayoría de los manifestantes estaban vestidos con la ropa negra característica del movimiento, algunos cascos de construcción o máscaras de gas, para ocultar su rostro.
Pero muchos le agregaron un nuevo accesorio al uniforme: parches o vendajes sobre su ojo derecho para rendir homenaje a una mujer que sufrió una lesión grave en la cara durante la protesta del domingo por la noche.
Según los informes de Hong Kong Free Press, un portal de noticias hongkonés, los parches refieren a un incidente que ocurrió el domingo cuando una mujer, que no ha sido identificada, fue golpeada por una bolsa de balas disparada por la policía, y aparentemente perdió la visión en su ojo derecho, además de sufrir graves fracturas en su rostro.
¿Qué es una bolsa de balas? La compañía de tecnología de defensa Security Devices International las define como un proyectil hecho de una pequeña bolsa de tela llena de bolitas de plomo.
De acuerdo con las reglas de la policía local, las rondas de bolsas de balas no deben dispararse hacia la cabeza de alguien, solo en el cuerpo o las extremidades. Según la compañía que las produce y vende, si bien se consideran un arma menos letal a las balas convencionales, puede causar graves lesiones que requieran "rápida atención médica en un hospital", ya que pueden ser letales si son disparadas hacia la cabeza o el rostro. La compañía las promueve como más efectivas y, por ende, peligrosas que la balas de goma.
La herida que se convirtió en símbolo
Alrededor de las 7:30 p. m. del domingo, una joven que estaba trabajando como médica para atender a los manifestantes heridos, fue gravemente herida fuera de la estación de policía de Tsim Sha Tsui. La joven había sido alcanzada por la policía con una bolsa de balas, causando que su protector ocular se rompiera. Según algunos testigos, la policía le disparó en la cara desde solo un par de metros de distancia.
La manifestante fue hospitalizada después de un tratamiento de emergencia en la escena. Ming Pao, periódico chino, citó fuentes del hospital diciendo que su globo ocular derecho estaba roto y que su párpado derecho y su maxilar también estaban rotos. La joven médica recibió una operación de emergencia pero no se sabe en qué estado se encuentra o si efectivamente perderá la vista.
Según personal del hospital, la joven médica necesitará una prótesis ocular y probablemente una reconstrucción facial.
An eye for an eye #eye #hongkong #HongKongPolice #FirstAid pic.twitter.com/T2QKdEEOHK
— 小豆 (@EcPuiyan) August 12, 2019
HK Riot Police fired bullet and headshot a young lady. I am not sure whether her right eye will turn blind or not but it is totally insane and terrible. US should not export tear gas and rubber bullet to HK Police anymore. pic.twitter.com/R9gZKZysaO
— Joshua Wong 黃之鋒 (@joshuawongcf) August 11, 2019
"An eye for an eye": China-born dissident artist @badiucao's latest illustration depicts #HongKong Chief Executive Carrie Lam with a hanging eyeball – a reference to a protester who was hit in the eye with a suspected bean bag round during a clearance operation on Sunday. pic.twitter.com/yZG4gwOjaE
— Hong Kong Free Press (@HongKongFP) August 12, 2019
Desde entonces, los manifestantes han transformaron la herida de la mujer en un símbolo de la protesta, luciendo un parche ensangrentado en su ojo derecho y escribiendo carteles que reclaman "un ojo por un ojo", una referencia al viejo refrán que proviene de las viajes leyes del Código de Hammurabi.
La policía de Hong Kong negó que estuvieran detrás de la lesión, pero admitió haber liberado gases lacrimógenos en varios lugares el domingo, incluida una estación de MTR, informó Reuters.
El lunes por la noche, un mar de más de 5.000 manifestantes vestidos de negro en el aeropuerto cubrieron sus ojos derechos con parches o vendajes en solidaridad con la mujer, mientras que otros escribieron la frase "ojo por ojo" en las paredes del aeropuerto.
La represión de la policía en Hong Kong
Muchos hongkoneses vieron una polémica propuesta de ley de extradición -cuya tramitación fue declarada "muerta" por el Ejecutivo hongkonés a principios de julio- como un intento de China de entrometerse en Hong Kong, y salieron a la calle a protestar.
Desde entonces, Hong Kong va ahora en camino de su undécimo fin de semana consecutivo de protestas, que comenzaron en junio con la oposición a la controvertida propuesta de ley pero que han evolucionado hacia una serie de demandas de mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad.
Sin embargo, en la últimas semanas, la policía ha aumentado su nivel de represión hacia los manifestantes. Lo que empezaron como protestas pacíficas se ha devuelto en una pequeña guerra entre los manifestantes y la policía local.
Solamente en los enfrentamientos de este fin de semana, la represión policial ocasionó 45 heridos, según los medios locales, dentro de los cuales se destacan el disparo a la joven médica que perdió su ojo y enfrentamientos de la policía con unos manifestantes en la estación de metro de Tai Koo.
Los manifestantes portan carteles con mensajes como "Hong Kong no está a salvo de la Policía" y denunciaron que los efectivos policiales dispararon gas y bolas de goma a muy corto alcance, incumpliendo los estándares internacionales.
En una conferencia de prensa organizada por la Policía hongkonesa este lunes, Tang Ping-keung, el Comisionado Adjunto de Policía (Operaciones), admitió que la fuerza se había infiltrado entre los manifestantes para arrestarlos, asegurando que esta táctica está justificada dada su "violencia extrema".
Por contra, Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a la Policía "contención" para evitar una mayor escalada de la violencia en respuesta al lanzamiento de gas lacrimógeno y balas de goma.
"La policía de Hong Kong utilizó gas lacrimógeno y balas de goma incumpliendo los estándares internacionales porque disparar contra manifestantes que se están retirando (…) Eso va en contra del supuesto objetivo de dispersar a la multitud", asegura el director de AI en Hong Kong, Man-Kei Tam, en un comunicado.
También resalta que los agentes dispararon gas contra los manifestantes "a bocajarro" dentro de una estación de metro, lo que "puede causar lesiones graves e incluso letales".
"La mano dura solo aumentará la tensión y provocará más hostilidades, lo que conducirá a una escalada general de la situación", concluye AI.
La peor crisis política vivida en décadas en Hong Kong continúa tras dos meses de protestas que, pese a estar originalmente dirigidas contra un polémico proyecto de ley de extradición, han derivado hacia demandas más amplias sobre los mecanismos democráticos de la ciudad.
A pesar de que la líder del Gobierno local, Carrie Lam, dio por "muerto" el proyecto a principios de mes, los manifestantes no se dieron por satisfechos y han seguido inundando las calles de la ciudad.
(Con información de EFE y Reuters)
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