Italia conmemora este miércoles el primer aniversario del derrumbe del puente de Génova, que dejó 43 muertos el 14 de agosto de 2018, pero la ceremonia se verá perturbada por la crisis política abierta desde la ruptura de la coalición gubernamental.
Los protagonistas de la inédita crisis de mediados de agosto se darán cita en Génova: el presidente, Sergio Mattarella, el único que tiene competencia para disolver el parlamento y convocar los comicios; el ministro de Interior, Matteo Salvini (ultraderecha), que rompió con sus socios y lleva desde el 8 de agosto reclamando elecciones; y su ex aliado en el Gobierno, Luigi Di Maio, jefe del Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema); así como el jefe de Gobierno, Giuseppe Conte, y varios ministros.
"Invito a todos los ciudadanos de Génova a participar en la ceremonia en memoria de las víctimas del puente Morandi. Y pido a quienes no puedan participar, que guarden un minuto de silencio, estén donde estén, a las 11H36″, hora en la que el puente se vino abajo, declaró el alcalde de la ciudad, Marco Bucci.
Los actos incluyen una misa oficiada por el arzobispo de Génova, el cardenal Angelo Bagnasco; discursos del alcalde, del jefe de Gobierno y de representantes de las familias de las víctimas; un minuto de silencio y el repique de campanas en las iglesias de la ciudad, que sonarán a la vez que las sirenas del puerto.
La ceremonia tendrá lugar prácticamente debajo de donde se derrumbó la infraestructura, a unas decenas de metros del lugar en el que ya se está construyendo un nuevo puente, que debería estar terminado para la próxima primavera, según los responsables.
"Espero que esta crisis gubernamental no comporte retrasos en la realización de esta importante infraestructura", declaró a la AFP Federico Romeo, alcalde del barrio en el que se produjo la tragedia.
La ruptura entre La Liga y el M5E es un hecho, pero las elecciones anticipadas que exige Salvini no son seguras. Una nueva mayoría entre el M5E y el Partido Demócrata (centro-izquierda) podría formarse a partir de una serie de sesiones parlamentarias previstas desde el 20 de agosto.
Un nuevo puente
El nuevo puente será construido por una agrupación de varias empresas italianas a partir de un proyecto de Renzo Piano, el célebre arquitecto genovés.
Renzo Piano, creador, entre otros, del Centro Pompidou de París, propuso un puente que tendrá "algo de un barco, porque es algo de Génova" y que "será un puente más fino, que tendrá una cierta luminosidad", según sus palabras.
A la espera de este nuevo puente, indispensable para cruzar rápidamente esta ciudad de más de 580.000 habitantes, la batalla judicial sobre el que se derrumbó sigue su curso.
Por un lado, el principal acusado, la empresa Autostrade per l'Italia (ASPI), concesionaria del viaducto y propiedad de la familia Benetton, y por otro, las familias de las víctimas y numerosos responsables políticos (sobre todo del M5E), que consideran que el puente se hundió por su mal mantenimiento y acusan a ASPI de haber privilegiado sus beneficios en detrimento de la seguridad de los usuarios.
El o los juicios se anuncian complicados: la investigación afecta a 71 personas, incluyendo directivos de empresas del grupo Benetton y responsables de distintas administraciones; más de 100 abogados, 120 expertos judiciales, 75 testigos y toneladas de documentos y de pruebas físicas.
El caso del puente es uno de los asuntos que crispó las relaciones entre La Liga y el M5E. Esta última formación quería terminar cuanto antes con todas las concesiones en manos de ASPI, pero luego dieron marcha atrás por las posibles demandas de indemnizaciones que hubiera podido enfrentar la administración si rompía el contrato. La Liga, en cambio, próxima a los círculos industriales del norte, se mostró cauta.
(Con información de AFP)
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