La libra esterlina cayó a su mínimo de más de dos años este lunes luego de que los nuevos miembros del gabinete del flamante primer ministro Boris Johnson acapararan titulares durante el fin de semana con declaraciones sobre el Brexit, para el cual el Reino Unido se prepara contrarreloj.
Michael Gove, principal colaborador de Johnson, escribió el domingo que un "Brexit duro" (sin un acuerdo entre las partes para la futura relación) es ahora una perspectiva muy real, mientras que informaciones publicadas por el Financial Times decían que el nuevo ministro de Economía, Sajid Javid, está dispuesto a gastar 1.000 millones de libras (unos 1.200 millones de dólares) en el plan de retirada de la Unión Europea (UE).
En tanto el mayor grupo de presión empresarial del Reino Unido publicó un estudio que muestra que ninguna de las dos partes está preparada para una retirada sin un acuerdo, de acuerdo a Bloomberg.
La moneda británica se cotizaba a 1,2245 dólares este lunes, una caída del 1,11% con respecto al cierre anterior, por la cual ha alcanzado su valor más bajo desde marzo de 2017 (28 meses), cuando tocó el piso de 1,2218.
La libra comenzó a caer con respecto al dólar poco después del referéndum de 2016 en el que ganó el "Sí" a la salida del Reino Unido de la UE, y desde entonces ha mantenido cierta volatilidad.
Tras llegar a su pozo de abril de 2017 comenzó una leve y gradual recuperación a medida que la entonces primera ministra Theresa May negociaba un posible acuerdo de salida con las autoridades de la UE en Bruselas que fuera mutuamente beneficioso.
La cotización alcanzó un pico en abril de 2018, cuando la libra se cotizó a 1,4290, pero luego comenzó una vez más a caer en el medio de las dificultades surgidas en las negociaciones y las perspectivas de altos costos económicos para el Reino Unido producto del "Brexit".
Tras una leve recuperación a comienzos de 2019, la caída retomó su curso luego de que el plan alcanzado entre May y Bruselas fuera rechazado numerosas veces en el Parlamento británico, situación de inestabilidad que llevó a un pedido de prórroga para la salida de la UE (pautada en un principio para el 29 de marzo y ahora esperada el 31 de octubre) y finalmente a la renuncia de la premier tras una pérdida de legitimidad.
El ascenso del excéntrico Boris Johnson, su sucesor, no parece haber frenado la caída de la moneda británica, especialmente por la promesa de su gobierno de llevar a cabo el "Brexit" el 31 de octubre con o sin acuerdo y a cualquier costo.
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