El líder de Corea del Norte Kim Jong-un inspeccionó este martes un nuevo submarino de combate que se cree posee la capacidad de lanzar misiles nucleares, en momentos en que su gobierno amenaza con congelar el diálogo con Estados Unidos a causa de ejercicios militares en Corea del Sur.
El nuevo buque deberá operar en el Mar de Japón (que los coreanos del sur y el norte llaman Mar del Este) y su "despliegue operativo está cerca", informó la agencia norcoreana de noticias KCNA, aunque sin revelar las especificaciones de la nave.
Las imágenes muestran el submarino en dique seco en unas instalaciones cubiertas, pero la localización de dicha nave, así como la fecha de la visita, no han sido precisadas por los medios estatales.
"El Líder Supremo se informó en detalle sobre sus sistemas operacionales y tácticos, y la capacidad de combate", apuntó KCNA el martes.
Poco se sabe de los detalles específicos de este nuevo submarino, ni tampoco si está diseñado para disparar los misiles balísticos Pukkuksong-1, capaces de llevar una ojiva nuclear, como los buques clase Sinpo.
Precisamente, lo poco que puede verse del submarino en cuestión en las fotos de KNCA parecen indicar que podría tratarse de un Sinpo-C.
Una de estas naves fue la encargada de lanzar en 2016 un Pukkuksong-1, en la que fue la primera prueba exitosa de esta arma.
Sobre el rol de la nueva nave inspeccionada por Kim, la agencia estatal KCNA mencionó que el submarino se ha diseñado "para implementar por completo las intenciones estratégicas" del partido único norcoreano y que supone un importante refuerzo para la "capacidad de defensa nacional".
Varios analistas consideran esto una alusión inequívoca a las armas atómicas como parte de la estrategia de disuasión nuclear norcoreana.
Para no dejar dudas, durante la inspección estuvieron presentes junto a Kim tres figuras clave en los programas norcoreanos de armas de destrucción masiva: Ho Yong-chil y Kim Jong-sik, vicedirectores del Departamento de Construcción de Maquinaria, y Jang Chang-ha, presidente de la Academia de Ciencias para la Defensa Nacional.
La visita de Kim para inspeccionar el nuevo submarino ocurrió días después que su gobierno advirtió que los ejercicios militares que Corea del Sur pretende realizar el próximo mes "afectarían" las conversaciones en marcha con Estados Unidos.
Pyongyang y Washington buscan mantener abiertos canales de diálogo para alcanzar algún tipo de acuerdo con relación al programa nuclear norcoreano.
Kim y el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvieron un improvisado encuentro el 30 de junio en la Zona Desmilitarizada que divide la península de Corea, y ambos acordaron mantener abiertos niveles de diálogo. Sin embargo, norcoreanos y estadounidenses no mantuvieron ninguna reunión desde entonces y aún pesa el fracaso de la cumbre en Hanoi ente ambos líderes en febrero.
Estados Unidos mantiene casi 30.000 soldados estacionados en Corea del Sur. Los ejercicios militares surcoreanos enfurecieron a los dirigentes de Corea del Norte, quienes consideran que se trata de preparativos para una invasión.
Sin embargo, Corea del Sur ya redujo drásticamente el tamaño de los ejercicios militares para no aumentar las tensiones en la península.
Con información de AFP y EFE
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