Con una fortuna que supera los USD 4.100.000.000 y 69 años recién cumplidos, Sir Richard Branson bien podría cambiar su vestuario cada día hasta el último que le toque vivir, y aún así no tendría problemas para pagarlo. Y sin embargo, según declaró este año en mayo, en una exclusiva fiesta que organizó para la inauguración de un hotel de la cadena Virgin Hotels en San Francisco, usa el mismo jean todos los días, "no importa lo que sea que esté haciendo, ya sea dando un discurso, ir a ver a la Reina, ya sabes, sea lo que sea".
Conocido por su carisma y sus comportamientos algo excéntricos, Branson fue nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico en el Palacio de Buckingham en el año 2000 por sus "servicios al espíritu empresarial", y ha destinado gran parte de sus millonarios ingresos a la filantropía. Es presidente de Virgin Group, un grupo empresario que reporta ingresos globales por USD 21 mil millones anuales, y ha supervisado aproximadamente 500 empresas.
Ayer celebró sus 69 años en un almuerzo con astronautas en Cabo Cañaveral (Florida). El empresario se fotografió junto a un pastel de cumpleaños que recreaba el primer paseo lunar de dos de los astronautas de la misión Apolo 11, de cuya llegada al satélite este sábado, 20 de julio, se cumplen 50 años. Su regalo de cumpleaños se lo entregó su amigo Stephen Attenborough, jefe comercial de Virgin Galactic: una escultura de metal titulada "En los hombros de gigantes", en la que aparecen inscritos todos los hitos de la carrera aérea y espacial.
Su festejo de cumpleaños "temático" no es inocente. Desde su empresa Virgin Galactic, Branson está metido de lleno en la carrera espacial. Según explicó ayer, la misión del Apolo 11 le hizo inmediatamente querer ser astronauta, pero además fue un "punto de quiebre" que influyó en su manera de vivir, pensar y hacer negocios y le hizo conservar un espíritu infantil de creer que "todo es posible". "Ahora estamos en otra era espacial", dijo, con naves operadas por empresas privadas, y destacó que Virgin Galactic se propone llevar a miles de personas al espacio para que experimenten lo que significa "descubrir la Tierra" y que nuestro planeta "importa". Es algo que "la Humanidad necesita enormemente", subrayó.
Virgin Galactic anunció este mes una fusión con el fondo Social Capital Hedosophia (SCH) para crear la primera y única compañía del mundo de vuelos comerciales espaciales para humanos, una operación valorada en 1.500 millones de dólares. La compañía de turismo espacial debía recaudar mil millones de dólares de un fondo soberano saudita, pero Branson suspendió las conversaciones con Riad en el momento del caso Khamal Kashoggi, el periodista disidente y crítico del régimen que fue asesinado el 2 de octubre por agentes de ese país en el consulado saudita en Estambul.
La empresa de Branson ha diseñado y fabricado el primer vehículo para llevar a civiles al espacio, VSS Unit, y cuenta con una licencia de la Agencia Espacial de EEUU para lanzamientos de naves espaciales comerciales desde el "Spaceport America" en Nuevo México, que cuenta también con el permiso correspondiente y es la primera infraestructura de su clase.
VG ha hecho ya dos vuelos no comerciales, el primero en diciembre de 2018 y el segundo en febrero de 2019 y, según un comunicado empresarial, tiene una lista de reservas para cuando inicie sus viajes comerciales de más de 600 personas de 60 países, lo que significa aproximadamente 80 millones de dólares en depósitos y 120 millones en ingresos potenciales.
Con una inversión de mil millones de dólares desde su constitución en 2004, VG considera que el capital adicional que va a suponer su fusión con SCH le dará el soporte necesario para alcanzar la fase de comercialización. En mayo de 2019, VG anunció que su sede central de operaciones estará en el "Spaceport America".
En febrero, la nave de la empresa SpaceShipTwo, dirigida por dos pilotos, se elevó hasta 89,9 km de altura y superó así la frontera teórica del límite del espacio, establecida en más de 80 km según la definición estadounidense. No obstante, la convención internacional establece ese límite espacial más arriba, a 100 km de altitud, en la denominada "línea de Karman".
Durante su ascenso, la nave alcanzó una velocidad de Mach 3.0 y aterrizó sin incidentes en el puerto espacial de Mojave, en el suroeste de Estados Unidos.
El SpaceShipTwo está concebido para llevar a seis pasajeros turistas, pero las pruebas acumularon años de retraso, especialmente debido a un accidente en pleno vuelo que mató a un copiloto en 2014, y el viaje con clientes aún espera.
"Preveemos hacerlo de aquí a un año", dijo a la AFP un ejecutivo de la empresa que asegura haber recibido prepedidos de unos 600 potenciales turistas del espacio, que entregaron un total de 80 millones de dólares de garantías.
Para que sus clientes sean pacientes, la empresa los mima. "La semana pasada organizamos un viaje formidable para nuestros clientes a Chile para ver el eclipse solar", contó el ejecutivo. "Muy pocos" han pedido ser reembolsados, agregó. Y unos 2.500 se encuentran en una lista de espera para comprar un billete.
El propio Branson dijo el 7 de febrero a la AFP que confiaba en que los ensayos hubiesen avanzado lo suficiente en julio para poder subir en persona a la nave.
El principal competidor de Virgin Galactic en esta aventura espacial es Blue Origin, la empresa fundada por el multimillonario patrón de Amazon, Jeff Bezos. La empresa SpaceX del cofundador de Tesla, Elon Musk, tiene también un proyecto de viajes espaciales que avanza con rapidez.