La familia de la niña estadounidense que cayó desde el piso 11 de un crucero de Royal Caribbean en Puerto Rico, compartió una imagen para demostrar lo difícil que era saber si la ventana por la que se precipitó estaba abierta o cerrada.
Chloe Wiegand, de 18 meses, murió el pasado domingo cuando su abuelo materno, Salvatore "Sam" Anello, la subió a una barandilla de madera situada junto a una ventana del barco. El abogado de la familia, Michel Winkleman, explicó que el adulto la puso allí para que golpeara el vidrio, tal y como le gustaba hacer cuando iba a los partidos de hockey de sus hermanos mayores.
Salvatore Anello no se dio cuenta que la ventana se había quedado abierta, y la niña se precipitó y cayó sobre el pavimento del muelle panamericano II en San Juan, capital de Puerto Rico.
"El abuelo está con Chloe, están jugando y está esa pared de ventanas, son todas de vidrio. A Chloe le solía encantar golpear el cristal cuando iba a ver a sus hermanos jugar al hockey, así que el abuelo la lleva a las ventanas, él pensaba que era todo cristal", relató el abogado en una entrevista con el diario británico Daily Mail.
"Hay una barandilla de madera a lo largo del ventanal, él la pone ahí pensando que va a golpear el vidrio y que todo va a estar bien, y la siguiente cosa que piensa es que se ha ido", añadió.
Cuando le preguntaron si el abuelo estaba ebrio cuando se produjo el accidente, Michelle Winkleman respondió tajante: "No había absolutamente nada de alcohol involucrado, Sam no bebe".
Ahora, los familiares, oriundos de Indiana, atacaron al crucero por permitir que las ventanas se abran en el piso 11, donde se ubica la zona infantil. En una conferencia de prensa que dio Winkleman este martes, afirmó que los vidrios están a la altura de los niños.
"Lo que se pudo prevenir aquí, terminó por ocurrir. ¿Por qué pondrías ventanas que los pasajeros pueden abrir? Es razonable que él pensara que era todo vidrio. Desde su perspectiva era todo vidrio".
Para probar que era difícil darse cuenta que la ventana estaba abierta, la familia compartió una fotografía con el Daily Mail. El padre de la menor tomó la imagen después de que se produjera el accidente.
"Es razonable que pensara que era todo vidrio. Desde su perspectiva, era todo vidrio", matizó el letrado.
"¿Por qué tendrías ese tipo de peligro sin ninguna señal y sin ninguna advertencia, sin previo aviso? Yo creo que va a haber culpa y significativamente la culpa es de la línea de cruceros. Haré todo lo que esté en mi mano para exigirles responsabilidades por lo que a mi parecer es una negligencia", sentenció Winkleman.
Aunque el Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico lanzó un comunicado tras el accidente para lamentar el horrible suceso e informar que habían abierto una investigación, no ha realizado más declaraciones sobre el caso.
El lunes, los familiares acudieron a una entrevista con los fiscales y ahora todo lo que desean es regresar a Indiana.
"Quieren regresar a casa tan pronto como sea posible. El cuerpo de Chloe será liberado hoy. Quieren irse inmediatamente", contó Winkleman, que reveló que Royal Caribbean está "ayudando" a la familia a costear los hoteles y vuelos hasta que vuelvan a EEUU.
Por su parte la compañía de cruceros, tras dar el pésame a la familia, anunció que "no harán más comentarios al respecto". Tanto los fiscales como los familiares solicitaron la grabación de las cámaras de seguridad del barco.