Los rebeldes hutíes, que reciben apoyo y financiamiento del régimen de Irán, presentaron el domingo un nuevo arsenal de misiles balísticos y drones desarrollados localmente y señalaron que los usarán en su guerra contra la coalición liderada por Arabia Saudita.
En los últimos años los hutíes han lanzado numerosos misiles balísticos contra blancos en Arabia Saudita, incluyendo aeropuertos y la capital Riad, con armamento que se cree fue provisto por Irán.
En uno de los últimos de estos ataques, ocurrido en junio, 26 personas resultaron heridas luego de que un misil impactara en el aeropuerto de Abha, en el suroeste del país.
Arabia Saudita, por su parte, lleva adelante bombardeos aéreos contra objetivos en ciudades controladas por los hutíes, que han causado numerosas muertes civiles desde el comienzo del conflicto.
La presentación del arsenal estuvo a cargo de Mahdi al Mashat, presidente del concejo de gobierno de los hutíes, y se hizo en una exposición militar en un lugar no especificado, de acuerdo a la agencia de noticias rebelde Saba, citada por Bloomberg.
El mayor general Mohammed Nasser, presente en la exhibición, aseguró que han alcanzado "un estadio avanzado en el campo de la industria militar" y que "lo que vendrá será más poderoso y dañino para nuestros enemigos", de acuerdo a la cadena rebelde Al Masirah.
Los rebeldes hutíes, seguidores del fallecido líder Husein Badrudin al Huti, lanzaron una insurgencia en 2004 que se mantuvo en mayor medida limitada al noroeste del país.
Pero en 2015, en medio de la agitación posterior a la revolución yemení de 2011 y una serie de reformas pretendidas por el gobierno, los hutíes tomaron la capital Saná.
Al mismo tiempo, el presidente yemení Abd Rabbuh Mansur al-Hadi logró escapar a la ciudad de Aden y organizar sus fuerzas leales, dando inicio a la guerra civil que aún continúa en el país.
De acuerdo a una estimación de la ONU, más de 10.000 personas habrían muerto en el conflicto hasta la fecha, entre militares y civiles, y decenas de miles han sido desplazados o se han convertido en refugiados en lo que se ha convertido en una crisis humanitaria. Pero el dato es de 2017 y no ha sido actualizado. Diferentes grupos activistas de Derechos Humanos sostienen que la cifra real podría estar entre los 50.000 y los 90.000 muertos.
Lo cierto es que el conflicto rápidamente se convirtió en una puja entre Irán y Arabia Saudita, rivales regionales que apoyaron a los hutíes y al gobierno, respectivamente.
Irán lo hizo enviando fondos y armamento a los rebeldes, incluyendo misiles balísticos y drones, mientras que Arabia Saudita organizó junto a Emiratos Árabes Unidos (EAU) una coalición árabe en apoyo de al-Hadi, y participa con su fuerza aérea en el conflicto.
Las nuevas armas presentadas el domingo por los hutíes son, de hecho, muy similares a conocidos diseños iraníes, aunque con otros nombres.
Tal es el caso del misil de crucero Quds-1 yemení, que se cree está basado en el Kh-55 desarrollado por Irán. De acuerdo al sitio especializado en defensa Southfront, el Quds-1 tendría una alcance de unos 150 kilómetros y sería guiado por un sistema GPS, y se cree que fue usado en el ataque sobre Abha.
Mientras que los drones Samad-1 y Samad-3 parecen idénticos a los Mirsad usados por el grupo terrorista libanés Hezbollah, a su vez basados en los Ababil iraníes.
También los drones Qasef-2K presentados el domingo son muy similares a los Ababil-2 iraníes.
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