Al menos 200 cadáveres fueron hallados en una fosa común cerca de la ciudad de Raqqa, ex capital del Estado Islámico en Siria, con evidencias de que se trata de víctimas del grupo terrorista.
Las operaciones de búsqueda continúan y es posible que se encuentren más cadáveres, dijo Yaser al Jamees, un funcionario local. "Podría haber más de 800 cuerpos", agregó.
Entre los cuerpos hallados en la fosa común había cinco cadáveres con trajes de color naranja, como los que llevaban los rehenes del ISIS, detallaron Jamees y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). "Fueron esposados y abatidos de una bala en la cabeza", añadió el funcionario, que dirige un equipo de socorristas.
Según calculan, la muerte remonta a por lo menos dos años, aclarando que era imposible identificar los cuerpos inmediatamente. También fueron hallados los cuerpos de tres mujeres al parecer decapitadas, indicaron las fuentes.
El equipo de Jamees descubrió la fosa común, situada al sur de Raqqa, a principio de junio. Este descubrimiento podría permitir identificar personas hasta ahora consideradas desaparecidas o esclarecer las circunstancias de la muerte de miles de otras.
En enero, también cerca de Raqqa, se descubrió una fosa común que contenía casi 3.500 cuerpos. Esa es la mayor fosa común hallada en la zona que estuvo bajo control del grupo ISIS.
Otras ocho fosas comunes fueron halladas alrededor de Raqqa, en el norte de Siria, una de las cuales, llamada "Panorama", contenía más de 900 cuerpos.
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), apoyadas por la coalición internacional, expulsaron al Estado Islámico de Al Raqqa en octubre de 2017 y arrebataron definitivamente el último territorio que controlaba la organización terrorista el pasado marzo.
(Con información de AFP y EFE)
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