La Guardia Civil está investigando la aparición de unos huesos en el lugar donde fueron asesinadas las niñas de Alcàsser, en la provincia española de Valencia, en 1992, que ya se ha determinado que son humanos, si bien falta aclarar si pertenecen a Miriam, Desirée y Toñi.
Así lo han manifestado fuentes de la Guardia Civil de Valencia a la agencia EFE, que han explicado que los huesos fueron encontrados hace una semana por unas personas que habían acudido a visitar el paraje de La Romana, cerca de la presa de Tous, a raíz del reciente estreno en Netflix de la serie El crimen de Alcàsser.
Se trata de unos huesos de pequeño tamaño que las personas que los encontraron llevaron al cuartel de la Guardia Civil de Oliva, desde donde se trasladaron a la comandancia de Valencia, que decidió que los analizara el Instituto de Medicina Legal de la ciudad.
Las mismas fuentes han precisado que los análisis efectuados han determinado que se trata de huesos humanos, pero no pueden determinar si pertenecen o no a las niñas de Alcàsser, que desaparecieron el 13 de noviembre de 1992 y cuyos cadáveres fueron hallados el 27 de enero de 1993, por lo que se van a trasladar a Madrid para obtener el ADN y hacer más estudios.
En función de lo que concluyan los trabajos que se hagan en Madrid sobre los huesos, el juez determinará si abre o no una investigación al respecto, han precisado las mismas fuentes.
El diario Las Provincias avanza que la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia ha determinado que son cuatro trozos de falanges, pero no ha podido determinar ni la edad ni el sexo de la persona a la que pertenecían.
Miriam, Toñi y Desirée, de entre 14 y 15 años, fueron violadas y torturadas hasta la muerte por el prófugo Antonio Anglés y por Miguel Ricart, condenado en 1997 a 170 años de prisión como autor de tres delitos de asesinato y cuatro continuados de violación en concurso con tres delitos de rapto, y que se encuentra en libertad desde noviembre de 2013.
(Con información de EFE)