El descubrimiento del cuerpo de un hombre, probablemente un polizón caído desde un tren de aterrizaje de un vuelo con destino al aeropuerto londinense de Heathrow, suscitó conmoción en el barrio donde fue hallado por un vecino, que estuvo a escasos metros de sufrir una tragedia.
La víctima cayó el domingo en el jardín de una casa de Clapham, en el suroeste de Londres, donde un hombre tomaba el sol, declaró un vecino, citado por la agencia británica Press Association.
"Al principio pensé que era un vagabundo que dormía en el jardín", explicó. "Llevaba su ropa. Miré más atentamente y vi que había sangre en todos los muros del jardín", dijo. "Entendí rápidamente que había caído".
Este testigo explicó que vio a su vecino "conmocionado". "Tomaba el sol y (el hombre) cayó a un metro de él", contó bajo anonimato.
El cuerpo cayó con tal fuerza que dejó un agujero en el césped y en una losa del jardín, según una imagen publicada por el tabloide The Sun.
Sunbather almost killed by stowaway who fell from plane left 'unable to speak' after shock https://t.co/tnGaIz7UCC pic.twitter.com/7XFDqZcg04
— The Sun (@TheSun) July 2, 2019
Según el vecino, "una de las razones por las que el cuerpo estaba intacto es porque estaba como un bloque de hielo".
La empresa Kenya Airways dijo que la policía rastreó el cuerpo a su vuelo desde Nairobi a Londres. Una mochila con agua y comida fue descubierta en el compartimiento de aterrizaje del avión tras aterrizar.
La aerolínea consideró que la muerte fue "desafortunada", y dijo que estaba cooperando con las autoridades británicas y kenianas. La policía dijo que se llevaría a cabo una autopsia para determinar la causa de la muerte.
Esconderse en el tren de aterrizaje de un avión es extremadamente peligroso. Los expertos estiman que aproximadamente tres cuartas partes de los polizones no sobreviven debido al frío extremo y a la falta de oxígeno cuando el avión alcanza la altitud de crucero.
Aunque no es común, no es la primera vez que un polizón cae sobre las calles de Londres. En septiembre de 2012, un joven de 30 años, de Mozambique, José Matada, murió al caer del tren de aterrizaje de un avión proveniente de Angola.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: