Desde el año 1703, se erige como uno de los edificios más emblemáticos de Reino Unido, pero ni la magnífica historia que esconde intramuros ni la distinción que envuelve sus fachadas le ha salvado de la incursión de los invasores más perspicaces.
Una plaga de ratones ronda desde hace días las despensas y cocinas del palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II, quien se mostró "horrorizada" ante la noticia de la plaga, según afirmaron este domingo medios británicos como The Mirror, The Sun o Daily Mail.
"El personal de servicio que descansa en los pisos bajos está más acostumbrado a ver pequeños ratones negros que cruzan los pasillos", explicó una fuente de palacio al diario The Sun.
Sin embargo, narró, estos eran casos aislados y para controlarlos bastaba con colocar trampas y veneno en las plantas inferiores. Una solución que ahora resulta ineficaz, por el elevado número de roedores que merodea en las cocinas.
Para combatir que la propagación de estos animales se vuelva más grave, se dio al personal culinario instrucciones precisas que deben cumplir con estricto rigor, como cerrar siempre los armarios y despensas y nunca dejar comida a la vista.
Además, los trabajadores de mantenimiento contactaron a una empresa especializada para que extermine la plaga. A pesar de ello, dice la fuente, "no hay mucho que se pueda hacer". La presencia de poblaciones de roedores es un problema que enfrentan muchos edificios de Londres, y que parece no tener fin.
A principios de 2019, y a sólo un kilómetro y medio del palacio de Buckingham, Eaton Squar combatió otra plaga de ratones, que también afectó a otros edificios del área de Eaton Place, algunos de ellos valorados en USD 4.000.000.
Inicialmente, el Palacio de Buckingham se alzó en 1703 para convertirse en el hotel del duque de Buckingham, pero en 1762 fue adquirido por el rey Jorge III, que lo utilizó como residencia privada.
Al llegar al trono en 1837 la reina Victoria, el majestuoso inmueble londinense se convirtió en residencia oficial de monarcas británicos. En la actualidad, se alza como la vivienda de Isabel II y alberga en su interior parte sustancial de la Royal Collection, esto es, el conjunto de obras artísticas que forman parte de la colección real.
Además, se utiliza para dar asilo a los jefes de estado que visitan el país. En su reciente viaje a Reino Unido, Donald Trump no pudo hospedarse en el palacio al estar en reformas una de las alas del edificio.