El crecimiento poblacional a nivel mundial es exponencial, es por ello la importancia de estar preparados para afrontar los retos que vendrán. Este crecimiento viene acompañado de grandes cambios en las tasas de fecundidad, lo que ha aumentado los procesos de urbanización y los movimientos migratorios. Estas tendencias tendrán importantes repercusiones para las generaciones actuales y venideras.
Según las proyecciones presentadas recientemente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el número de habitantes del planeta pasará de los 7.700 millones a 9.700 millones en 2050. Una cifra que seguirá en aumento hasta los 11.000 millones de 2100, según el análisis de las tendencias y perspectivas demográficas mundiales.
Este incremento poblacional transformará el actual statu quo entre los países y convertirá a India en el más poblado del mundo a partir de 2027, por delante de China. En tercera posición se situará Nigeria, que avanza cuatro posiciones y supera a Estados Unidos, cuarto, aunque este país seguirá siendo demográficamente pujante.
El informe de la ONU muestra que las tasas de crecimiento poblacional varían mucho de una región a otra. Por ejemplo, se prevé que los habitantes del África subsahariana se dupliquen para 2050. También habrá incrementos importantes en Oceanía, excluyendo Australia/Nueva Zelanda (56%), en África del Norte y Asia Occidental (46%), en Australia/Nueva Zelanda (28%), en Asia Central y Meridional (25%) y en América Latina y el Caribe (18%). En cambio, Asia Oriental y Sudoriental, y Europa y América del Norte, permanecerán estancadas.
La mitad del crecimiento previsto de la población mundial de aquí a 2050 se explicará por solo nueve países: Estados Unidos, India, Nigeria, Pakistán, Etiopía, Indonesia, Egipto, la República Democrática del Congo y Tanzania. En 2027 se espera que India supere finalmente a China como el más poblado del mundo.
Otra de las grandes tendencias de las próximas décadas es el descenso de la tasa de fecundidad, que ya bajó de 3,2 nacimientos por mujer en 1990 a 2,5 en 2019, y seguirá disminuyendo hasta 2,2 en 2050. Se necesita un nivel de fecundidad de 2,1 nacimientos para garantizar la sustitución generacional y evitar la disminución de la población a largo plazo, sin considerar el impacto de las migraciones. Las regiones que están por encima de ese umbral son el África subsahariana (4,6), Oceanía —excluido Australia/Nueva Zelandia— (3,4), África septentrional y Asia occidental (2,9), y Asia central y meridional (2,4).
"Muchas de las poblaciones de más rápido crecimiento se encuentran en los países más pobres, donde el crecimiento de la población plantea nuevos desafíos en los esfuerzos por erradicar la pobreza, lograr una mayor igualdad, combatir el hambre y la malnutrición y fortalecer la cobertura y la calidad de los sistemas de salud y educación, para garantizar que nadie se quede atrás", dice en el documento Liu Zhenmin, secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.