Dos presuntos cazadores furtivos que mataban rinocerontes en Zimbabwe, murieron mientras huían de los guardabosques de una zona protegida, debido a que el automóvil en el que viajaban chocó contra una cabra y volcó. El incidente ocurrió la semana pasada.
Según los primeros reportes, Godfrey Makechemu y Charles Runye chocaron en el valle de conservación de Bubye en Mazunga, en la provincia sur de Matabeleland, cerca de la frontera con Sudáfrica. Murieron al llegar al hospital del distrito de Beitbridge.
Cuando los guardias del parque nacional vieron a los cazadores, éstos salieron a toda velocidad en su auto, un Toyota Wish. Los agentes fueron tras ellos, dando inicio a una persecución que concluyó cuando los criminales golpearon contra la cabra y volcaron.
En el vehículo viajaban cuatro personas, dos de ellas sobrevivieron y fueron acusadas de delitos de caza furtiva, según informaron medios locales. Los acusados fueron identificados como James Mauto, de 41 años de edad y Celestino Shate, de 35 años. Ambos comparecieron ante un juez en Beitbridge, Langton Mukwengi.
El par fue acusado de caza ilegal de un animal protegido, en violación a la Ley de Parques y Vida Silvestre. Su juicio está programado para el 28 de junio, mientras tanto se encuentran bajo custodia en una prisión estatal.
El fiscal, identificado como Misheck Guwanda, confirmó que los cuatro hombres huyeron a bordo de la camioneta tras ser descubiertos en la reserva mientras buscaban un rinoceronte para cazar.
"Tras una alerta, una unidad móvil de la policía vio a los presuntos cazadores furtivos que salían del Valle Bubye y se dirigían a una aldea cercana de Jopembe", dijo Guwanda. Detalló que un rifle de gran alcance fue encontrado en la escena del accidente.
De acuerdo con medios nacionales, los rinocerontes que habitan la zona resguardada se enfrentan a una mayor amenaza de los cazadores furtivos. El mes pasado, otros dos criminales murieron en un tiroteo en el que se enfrentaron a los guardabosques.
El preocupante aumento de la caza furtiva de rinocerontes en el sur de África durante la última década ha obligado a las organizaciones a poner en marcha medidas drásticas, desde la vigilancia 24 horas hasta a cortarles los cuernos para evitar que sean blanco de los cazadores.
Tan sólo en Sudáfrica, más de 1,000 rinocerontes fueron asesinados por cazadores furtivos entre 2013 y 2017. Y este país, que alberga a casi el 80% de los rinocerontes del mundo, ha sido especialmente golpeado por la caza ilegal.