La Fiscalía turca ordenó la detención de 154 militares por presuntos nexos con el fallido golpe de Estado de 2016

El régimen de Recep Erdogan continúa con su purga contra agentes acusados de estrechar vínculos con el clérigo Fethullah Gülen para realizar la movilización armada que dejó al menos 194 muertos

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Recep Erdogan, presidente de Turquía, en un acto en Ankara el 29 de octubre de 2016 (AFP)
Recep Erdogan, presidente de Turquía, en un acto en Ankara el 29 de octubre de 2016 (AFP)

La Policía turca inició este martes una operación para detener a 154 militares por su supuesta implicación en el fallido golpe de Estado de julio de 2016, informan los medios locales.

Al menos 48 de los sospechosos son militares en activo, mientras que los demás están retirados o habían sido expulsados previamente del Ejército turco, señala la agencia Anadolu.

Las Fiscalías de las provincias de Bursa, Konya y Esmirna, que han ordenado las detenciones, los acusan de tener vínculos con la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen, a quien el Gobierno turco responsabiliza de la asonada golpista.

Entre los acusados hay un coronel, un teniente coronel y un comandante.

La cofradía "gülenista" fue situando durante décadas, con la complicidad del Gobierno, a sus adeptos en altos cargos de la administración pública, la Policía, la Judicatura y las Fuerzas Armadas de Turquía.

Fethullah Gülen
Fethullah Gülen

El movimiento de Gülen, exiliado en Estados Unidos desde hace años, fue un fiel aliado del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna en Turquía desde 2002, hasta que ambos se enfrentaron en una dura lucha por el poder a partir del otoño de 2013.

Desde el verano de 2016, Ankara responsabiliza de la fallida asonada a la red de Gülen, a la que considera como organización terrorista.

Más de 130.000 funcionarios han sido destituidos y unas 80.000 personas acusadas de vínculos con la cofradía están en prisión preventiva.

Con información de EFE

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