El presidente de Irán, Hasan Rohani, aseguró que su país no está buscando iniciar una guerra pero que si el conflicto estalla darán "una respuesta decisiva", durante una conferencia de prensa en Teherán junto al primer ministro japonés Shinzo Abe.
"La República Islámica de Irán no iniciará ninguna guerra en la región, ni siquiera con los Estados Unidos, pero si la guerra comienza con Irán, daremos una respuesta decisiva", dijo Rohani durante el primer día de la visita oficial de Abe, la primera de un primer ministro japonés al país desde la Revolución Islámica de 1979.
Rohani también aseguró que la reciente escalada de tensiones en el Golfo Pérsico es producto de la "guerra económica" encarada por Estados Unidos contra Irán. "Cuando esta guerra termine veremos un desarrollo positivo en la región y el mundo", dijo, de acuerdo con la agencia Tasnim.
Sus declaraciones del miércoles han cobrado mayor importancia luego de que se reportara este jueves que dos buques petroleros fueron presuntamente atacados en el Golfo de Omán, a 40 kilómetros de la costa iraní. Sus 44 tripulantes han sido evacuados y los barcos están a la deriva, en un confuso episodio que ha elevado las alertas en la región.
Mientras tanto, Abe se reunía este jueves en la capital persa con el líder supremo de Irán, ayatollah Ali Khamenei, en el segundo día de una visita inédita en la que ambos países intentan establecer puentes en medio del aumento de tensiones y encontrar nuevas formas de salvar el acuerdo nuclear de 2015.
Japón no es uno de los firmantes de este acuerdo multilateral del que Estados Unidos se retiró el año pasado acusando a Irán de incumplimientos que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no ha corroborado hasta el momento. Pero Tokio se ha mostrado a favor del tratado y ha tomado una postura similar a la de los restantes firmantes (Alemania, Reino Unido, Francia, Rusia y China).
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial Japón es, además, un aliado clave de Estados Unidos, el rival más importante de Irán, pero tradicionalmente mantiene buenas relaciones con Teherán. Según el portavoz del gobierno japonés, Abe habló sobre Irán por teléfono con Trump el martes, pero Tokio insiste en el hecho que el primer ministro no fue a Teherán para "mediar entre Irán y Estados Unidos".
Abe fue recibido durante la mañana por el ayatollah Alí Khamenei, y en la reunión pidió que el país tenga un "papel constructivo" en Oriente Medio frente a las tensiones recientes en el Golfo.
"Nadie quiere una guerra. Japón quiere tener un papel de primer plano para rebajar la tensión", había dicho Abe el miércoles tras reunirse con Rohani.
Japón, que hasta hace poco todavía importaba un 5% de su petróleo de Irán, tuvo que renunciar a esas compras para evitar las sanciones estadounidenses, que fueron reimpuestas el año pasado tras la salida de Washington del acuerdo nuclear.
La economía japonesa es muy dependiente del petróleo del Golfo y Japón da mucha importancia a la estabilidad del suministro en hidrocarburos.
El presidente iraní declaró el miércoles que es del "interés de Japón seguir comprando petróleo a Irán y resolver las cuestiones financieras" provocadas por las sanciones estadounidenses.
Rohani subrayó además los puntos comunes con su invitado sobre la cuestión de las "armas nucleares" y dijo que los dos países "están en contra".
Abe expresó por su parte su "profundo respeto por el hecho de que el líder supremo ayatollah Khamenei haya repetido la fatwa [decreto religioso] que dice que 'las armas nucleares y las demás armas de destrucción masiva son contrarias al islam'".
La visita de Abe se produce un día después de que Irán liberara a Nizar Zakka, un libanés residente en Estados Unidos detenido desde 2015 y condenado a 10 años de prisión por "espionaje" a favor de Washington, y dos días después de la visita a Teherán del ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas.
Frente a las consecuencias de la política estadounidense de "máxima presión" sobre su economía, Irán amenazó en mayo con dejar de cumplir progresivamente el acuerdo de 2015 a menos que sus socios, en particular los europeos, lo ayuden a evitar las sanciones.
(Con información de AFP)
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