"No era fácil ser su amiga", contó Jacqueline van Maarsen, de 90 años, la mejor amiga de Ana Frank en Amsterdam, en una entrevista con el diario alemán Bild, publicada el día en que la adolescente autora del célebre diario intimo hubiera cumplido 90 años.
"Ana era la más extrovertida de nosotros, yo la más silenciosa. Ella rebosaba de alegría de vivir", contó la señora holandesa que la conoció en la escuela judía de Amsterdam en 1941.
Van Maarsen recordó que, para pasar el tiempo, ambas jugaban al Monopoly: "Ana no quería que jugara con nadie sino con ella".
"Ella sabía que los alemanes no la querían por judía y una vez me dijo: 'Preguntaré personalmente a la reina si me puede hacer holandesa'", contó la mujer.
"Y, al escribir su diario, Ana pensaba escribir solo su historia, la historia de una muchachita. Hoy sabemos que era la historia del mundo lo que documentó", concluyó Jacqueline Van Maarsen.
Ana Frank murió en el campo de concentración de Bergen-Belsen en febrero de 1945. Van Maarsen sobrevivió a la guerra, dado que tenía padre judío y madre católica.
Si Ana Frank estuviera viva, si los nazis no la hubieran capturado y recluido en distintos campos de concentración para finalmente morir de tifus en febrero de 1945, hoy cumpliría 90 años. Su nombre completo era Annelies Marie Frank y su historia es una de las más conocidas de esa gran noche horrenda que vivió la humanidad, el Holocausto.
Tenía quince cuando la asesinaron. Durante dos años, antes de que la atraparan, permaneció escondida junto a toda su familia en una parte oculta de un viejo edificio de Ámsterdam, lugar donde se mudaron tras huir del nazismo. Allí, en ese un "anexo secreto", como ella misma lo llamó, se dedicó a escribir un diario que recorrió el mundo. Se lo conoce como El diario de Ana Frank, y fue publicado por su padre, Otto Frank.
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