El régimen norcoreano advirtió este martes a Estados Unidos de que debe cambiar su política hacia el país o de lo contrario la declaración firmada en Singapur hace un año entre Kim Jong-un y Donald Trump para la desnuclearización de la península será "un papel en blanco".
"Casi un año después de la histórica declaración conjunta del 12 de junio (de 2018), Estados Unidos debería analizar el último año y deliberar sobre cuál es la elección estratégica a tomar antes de que sea demasiado tarde", afirmó un portavoz del Ministerio de Exteriores norcoreano, citado por la agencia estatal KCNA.
El vocero puso en valor el "gran significado" que tuvo el histórico encuentro mantenido entre Trump y Kim en Singapur, el cual demostró que "incluso los países con las relaciones más hostiles podían sentar las bases para establecer nuevas relaciones".
En estos meses, según el funcionario, el régimen norcoreano ha hecho "esfuerzos incesantes para establecer nuevas relaciones con Estados Unidos, construir una paz estable y duradera en la península de Corea y lograr la desnuclearización", conforme a lo estipulado por la declaración conjunta.
Sin embargo, "es lamentable ver que Estados Unidos ha dejado incluso más patente (…) su plan para aniquilarnos por la fuerza al tiempo que deliberadamente se alejaba de la aplicación" de la declaración conjunta, "insistiendo solo en nuestra entrega unilateral de las armas nucleares".
En la segunda cumbre mantenida por Trump y Kim en Hanói el pasado mes de febrero, "Estados Unidos ha cometido el mayor error al haber perdido la oportunidad de su vida por insistir en 'el desmantelamiento nuclear primero'", señaló el portavoz norcoreano, que ha advertido de que con ello se pone el peligro el futuro de las conversaciones entre los dos países.
En este sentido, el portavoz norcoreano recordó el llamamiento hecho por Kim Jong-un a que Estados Unidos abandone su "actual método de cálculo" y adopte un "nuevo enfoque" hacia Corea del Norte, asegurando que Pyongyang mantiene sin cambios su postura de apoyo a la declaración conjunta.
"Sin embargo, si Estados Unidos no cumple con su obligación y sigue recurriendo a una política hostil hacia Corea del Norte el futuro de la declaración conjunta no será prometedor", aseguró el responsable norcoreano. "El que dicho documento siga siendo efectivo o se convierta en un mero papel en blanco será determinado por cómo Estados Unidos responda a nuestra postura justa y razonable", advirtió.
De esta manera, aconsejó a Washington que "cambie su actual método de cálculo y responda lo antes posible" a la petición de Pyongyang. "Nuestra paciencia tiene un límite", recalcó el portavoz norcoreano.
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