"Las empresas, organizaciones y particulares extranjeros que no respetan las normas del mercado, que se alejan del espíritu de un contrato, que imponen embargos o cesan de suministrar a empresas chinas por motivos no comerciales y dañan gravemente sus intereses y derechos legítimos serán colocados en una lista de entidades no fiables".
Con esas palabras, que hacen una obvia referencia a la medida tomada por Estados Unidos, el vocero del ministerio chino de Comercio Gao Feng notificó al mundo una nueva etapa en la guerra comercial contra el país norteamericano.
La decisión surge después de que Washington incluyera al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei en una lista de empresas sospechosas a las que los grupos estadounidenses no pueden vender material tecnológico.
Huawei, que depende de los chips electrónicos de fabricación norteamericana para equipar sus teléfonos móviles, se ve así gravemente afectado, y su propia existencia está en juego, según los expertos.
El gigante estadounidense Google, cuyo sistema operativo Android es vital para los smartphones de Huawei, se halla entre las compañías que anunciaron que cumplirán con esa decisión del Gobierno de Washington.
Estados Unidos alega que Huawei tiene estrechos vínculos con el gobernante Partido comunista chino y que es, de hecho, un caballo de Troya que sirve los intereses de los servicios de inteligencia de Beijing.
Huawei -el segundo mayor productor de smartphones y líder en el desarrollo de las redes 5G de próxima generación- niega vehementemente estas acusaciones.
Tras la medida contra Huawei, Beijing llegó incluso a amenazar con restringir la exportación de tierras raras, un producto clave para la industria tecnológica estadounidense.
Y este mismo viernes Beijing denunció las "mentiras" de Estados Unidos, tras las palabras del presidente Donald Trump afirmando que la guerra comercial entre los dos países tendría un efecto "devastador" para la economía china.
"Estados Unidos ha dicho ya esas mentiras una o dos veces. Cada vez, China las denuncia pero Estados Unidos persiste en ellas, de forma obsesiva, y sigue repitiendo esas mentiras" afirmó a la prensa un portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Geng Shuang.
Trump había reiterado el jueves que "China aspira a cerrar un acuerdo" con Estados Unidos, ya que, según él, la guerra comercial tendrá "un efecto devastador" para el gigante asiático.
El presidente de Estados Unidos alegó que la economía china se ralentiza y que "las empresas salen de China para evitar los aranceles" y van a instalarse a Vietnam u a otros países de Asia.
También frenó la compra de soja
China decidió frenar las compras de soja proveniente de los Estados Unidos debido a un agravamiento en las relaciones comerciales entre ambos países, según se desprende de declaraciones formuladas este jueves por funcionarios del gigante asiático.
"Los compradores estatales chinos no hemos recibido órdenes para continuar con las llamadas compras de buena voluntad y no esperamos que ello ocurra por la falta de acuerdo comercial entre ambas partes", dijeron funcionarios en Beijing citados por agencias internacionales.
La noticia se conoce en medio de fuertes disputas comerciales entre ambos países y en momentos en que se demora la siembra de la oleaginosa en los EEUU, debido a los fuertes tornados e inundaciones que afectan el medio oeste del país norteamericano.
El presidente Donald Trump anunció hace una semana una ayuda de USD 16 mil millones para los agricultores estadounidenses que se han visto perjudicados por la escalada de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China.
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