Los informes anuales de Huawei y los registros públicos muestran que el fabricante de teléfonos portátiles ha recibido cientos de millones de dólares en subvenciones otorgados por el gobierno chino, incluyendo tierras subsidiadas para construir instalaciones y apartamentos para empleados leales, bonos para sus mejores ingenieros y préstamos estatales masivos a clientes internacionales para financiar la compra de productos de la empresa.
Washington sospecha que Huawei espió a favor del régimen comunista y prohibió a sus empresas venderle equipos tecnológicos, algo que podría ser fatal para el gigante chino.
"Terrenos a precios bajos, asignaciones enormes para la investigación y el desarrollo, créditos a la exportación más favorables que los que habría conseguido Huawei ante bancos privados: todo esto se aparenta a importantes subvenciones que otros países podrían denunciar ante la OMC", observa Claire Reade, ex asistente representante de Comercio en Estados Unidos.
Ren Zhengfei, el ex ingeniero del ejército chino que fundó Huawei en 1987, aseguró en febrero que su grupo jamás había sido subvencionado.
Una portavoz del gigante de la telefonía explicó luego que Ren quería simplemente decir que Huawei nunca había tocado una ayuda específica del Estado.
"Como otra empresas, Huawei recibe subvenciones para la investigación", admitió.
El eje de las recriminaciones de Estados Unidos contra China
Durante los últimos diez años, el gigante chino obtuvo 11.000 millones de yuanes (USD 1.580 millones) de ayudas públicas, según informes anuales, de los cuales más de la mitad fueron otorgados por China como "subvenciones oficiales incondicionales" debido a las "contribuciones de la empresa al desarrollo de nueva tecnología de punta" en China, según el informe anual de 2009 de Huawei.
Esos fondos públicos representaron hasta el 14% de las ganancias de Huawei en 2011, una parte que disminuyó desde entonces a medida que explotaban los beneficios del gigante asiático.
De todos modos, Huawei recolectó 1.400 millones de yuanes (USD 200 millones) de dinero público el año pasado.
1. Terrenos a precios bajos
Los gobiernos locales de China suelen utilizar tierras fuertemente subvencionadas para atraer empresas.
El campus de inspiración europea de Huawei fue creado para la investigación por el gobierno de la ciudad de Dongguan, y debido al estatus de Huawei como una de las principales compañías chinas, recibió las 127 hectáreas de tierra por cerca de una décima parte del precio pagado por los habitantes de los barrios vecinos.
La ciudad también vendió al borde de un lago residencias para unos 20.000 empleados de la firma durante "subastas" en las cuales Huawei era el único comprador, a través de una de sus filiales.
De 2015 a 2018, la subsidiaria adquirió 46 hectáreas por aproximadamente una sexta parte del precio de mercado, lo que sugiere que Huawei ahorró hasta 16.500 millones de yuanes (USD 2.400 millones) en las compras.
El grupo contribuye al desarrollo económico de la ciudad y le paga los impuestos, justificó una portavoz de Huawei.
2. Reducciones impositivas
Huawei, como otras empresas del sector tecnológico dispone de generosas desgravaciones fiscales.
3. Primas para sus empleados leales
Sus mejores ingenieros también tuvieron el año pasado primas por varios cientos de miles de dólares cada uno entregadas por la ciudad de Shenzhen.
En el complejo Huawei Lakeside Garden, los empleados de Huawei que se quedan por tres años y cumplen con otros parámetros pueden comprar sus apartamentos a aproximadamente un tercio del precio que pagan sus vecinos.
4. Préstamos bonificados a clientes extranjeros de Huawei
En el ámbito internacional, los bancos públicos chinos ayudaron a Huawei a aumentar sus ventas en los países en desarrollo, dejando a veces la deuda al Estado cuando los préstamos de riesgo no eran reembolsados.
"Detrás del milagro Huawei, desempeñaron un gran papel los préstamos al desarrollo", celebraba en 2013 la prensa oficial.
Huawei obtuvo en 2004 una línea de crédito de USD 10.000 millones del Banco Chino de Desarrollo (CDB) para ofrecer préstamos baratos a clientes que compran sus equipos. La línea de crédito alcanzó cinco años más tarde los USD 30.000 millones.
La demanda de infraestructuras de telefonía ya no es lo que era incluso en China, observa el presidente del CDB, Zheng Zhijie: "En estas condiciones, ¿qué podemos hacer con las capacidades sobrantes? Sólo podemos exportarlas".
"Podemos acordar un préstamo para comprar equipos o materiales chinos, pero es necesario que haya un mínimo de elementos chinos", explicó a la AFP.
La quiebra de Oi
Un ejemplo de esto se dio en 2009 cuando el operador brasileño Telemar Norte Leste obtuvo del CDB un préstamo por USD 500 millones con un período de gracia de dos años sobre los pagos de capital a una tasa de interés muy inferior a la del mercado para comprar equipos de Huawei.
Los créditos a la exportación son regulados por un acuerdo de la OCDE integrado a los acuerdos de la OMC, pero China se negó a firmarlo o respetar sus reglas, señala Kristen Hopewell, de la Universidad de Edimburgo, quien agregó que dicha línea de crédito para Huawei podría estar en violación de esas reglas.
Desde 2015, China otorgó más créditos a la exportación que los 36 países miembros de la OCDE juntos, según cifras del banco estadounidense de importaciones y exportaciones.
A fines de 2015, Oi S.A., la empresa matriz de Telemar, envió un equipo ejecutivo a China para sellar un acuerdo con el CDB por USD 1.200 millones a una tasa de interés aún más favorable. La mitad de la suma debía servir para comprar nuevamente equipos Huawei, y la otra para refinanciar el préstamo inicial.
Seis meses después, Oi, la casa matriz de Telemar, entraba en quiebra, la más grande de la historia de Brasil. El CDB se encontraba con un préstamo impago de USD 650 millones. Al término de un acuerdo de refinanciación, el banco chino comenzará a recuperar su dinero recién en 2023, a una tasa de interés aún más baja.
No obstante, esto no impide al grupo brasileño trabajar con Huawei en la instalación del 5G, la quinta generación de telefonía móvil.
La quiebra de Reliance Communications
Del mismo modo, el proveedor de telefonía móvil indio Reliance Communications se declaró en quiebra este año con el CDB y el Banco de Exportación e Importación de China entre sus mayores prestamistas, mientras que Ericsson, competidor de Huawei, se ha visto obligado a luchar por sus deudas en los tribunales.
"La mayoría de las compañías de telecomunicaciones están operando realmente bien, una o dos compañías de telecomunicaciones por alguna razón u otra pueden encontrar dificultades", dijo Zheng.
"Esto es un riesgo comercial para un banco", añadió.
(Con información de AFP)
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