Yana Deinesh intentaba alimentar al niño de dos años de quien era niñera. El menor se rehusaba y hacía rabietas porque no quería comer, algo típico en un infante de su edad. Pero esta actitud sacó de quicio a su cuidadora, quien decidió darle en su comida 50 gramos de sal. Cantidad que lo llevó a la muerte.
Ahora Deinesh fue sentenciada a 14 años de cárcel por el envenenamiento del niño. Cuando fue enjuiciada por asesinato, la mujer, también madre de dos menores, confesó lo que había hecho para castigarlo, pero que "no quería que el niño muriera". Ella no creía que sus acciones tendrían tales consecuencias.
Ella lo cuidaba porque la madre del niño, quien trabajaba y no podía atenderlo personalmente, confiaba en ella. Aunque durante su confesión, según el medio ruso Pomorie, la mujer contó que ya había maltratado al niño golpeándolo con un cinturón porque no se portaba bien.
La mujer de 25 años confesó que después de la mala actitud del niño en junio del 2018, tomó un envase de sal y vació casi la mitad en su comida en la villa Kholmogoryr en el noroeste de la región Arkhangelsk Oblast en Rusia. Luego obligó a que el menor la ingiriera, como castigo por su mala actitud a la hora del almuerzo.
Pasó poco tiempo cuando el infante comenzó a quejarse y de pronto perdió la consciencia.
Yana Deinesh llevó al menor al hospital en donde permaneció en estado crítico en terapia intensiva. Al final, los doctores no pudieron hacer nada por él. El límite de sal que puede consumir un cuerpo fue superado por 60 veces, por lo que los 50 gramos ingeridos lo envenenaron y provocaron su muerte.
"Esa cantidad de sal ni siquiera podría ser consumida por un adulto de manera voluntaria. La víctima fue forzada a comerla y la acusada lo alimentó con eso deliberadamente. Tratamos el caso como asesinato, con lo que el tribunal estuvo de acuerdo", dijo el fiscal Vadim Kuchin.
Cuatro años antes, un caso similar se presentó en Estados Unidos. Lacy Spears, procedente de Kentucky, se dedicaba a cuidar a su hijo enfermo, hasta que un día él falleció. Cuando le hicieron los análisis toxicológicos, los doctores se dieron cuenta de que una alta cantidad de sal en su cuerpo lo había llevado a la muerte.
La mujer parecía devastada, sin embargo, cuando las autoridades forenses revisaron su departamento, se dieron cuenta de que toda la comida del niño, que era responsabilidad de Spears, estaba llena de sal. También encontraron que la mujer escribía en un blog, en donde en reiteradas ocasiones había hablado sobre cómo el sodio podría convertirse en un potencial peligro para los menores.
Lacy Spears fue juzgada y declarada culpable de envenenamiento.