La primera ministra británica Theresa May, confirmó este miércoles su intención de volver a someter a votación su plan de Brexit mientras se intensifican las maniobras de los conservadores para apartarla del cargo.
Reportes de Sky News y The Telegraph aseguran que destacados líderes tories han manifestado su rechazo a la más reciente propuesta para salvar el proceso de salida de la Unión Europea, lo que es tomado como un pedido de renuncia implícito, ante el inevitable fracaso del principal objetivo de su gobierno, iniciado tras el referéndum de 2016.
May presentó en la Cámara de los Comunes su último y complejo plan para salvar el acuerdo de salida de la UE, negociado en 2018 con Bruselas, que fue recibida con hostilidad por la mayoría de diputados de todos los partidos. "Rechácenlo y todo lo que tendremos ante nosotros será división y estancamiento", agregó la primera ministra, que ante la creciente rebelión interna en su Partido Conservador ya prometió dejar el cargo tras esta nueva votación parlamentaria, prevista para una fecha de principios de junio aún por determinar, sea cual sea su resultado.
En un indicio de su creciente aislamiento, estuvieron ausentes durante su intervención varios ministros y parlamentarios oficialistas, que en las últimas horas han incrementado además sus peticiones para que dimita.
El diario londinense Evening Standard, dirigido por el ex ministro conservador George Osborne y lectura obligada para la clase política, ha informado de que un grupo de ministros se plantea pedir a su jefa que deje el liderazgo del Gobierno y del partido ante la improbabilidad de que prospere su estrategia de Brexit.
Por su parte, el grupo parlamentario conservador se reunirá una vez más para analizar si cambia la normativa interna para forzar la salida de May, que ya superó una moción de confianza de sus colegas en diciembre, lo que la protege de ser desafiada durante 12 meses.
Preguntado por si la dirigente podría dimitir tras conocerse el lunes los resultados de las elecciones europeas, en las que se augura una sonada derrota del partido gobernante, un portavoz oficial aseguró que ella sigue "comprometida" con sacar al país de la UE. Se especula que la noche del miércoles podría dar un discurso en el que haría anuncios trascendentales.
En este contexto de desgaste y tensión, la primera ministra anunció este mediodía en el Parlamento que el viernes publicará el proyecto de ley sobre el acuerdo de retirada de la UE, para que los diputados "tengan tiempo de estudiarlo" antes de que sea votado a principios de junio.
May pidió a la Cámara que apoye la tramitación de esta legislación, que podrá enmendar a su gusto, para garantizar la salida del bloque antes del receso veraniego, después de que el tratado negociado con Bruselas fuera rechazado ya en tres ocasiones previas.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, señaló este miércoles en que el bautizado por May como "nuevo plan de Brexit" no es más que "una versión reempaquetada" del anterior y lamentó que el Gobierno "no haya modificado su postura".
May no precisó en su comparecencia en qué fecha será la primera votación del proyecto de ley -que daría paso a la presentación de enmiendas de aquel- y se limitó a señalar que será después del receso parlamentario previsto entre el 27 de mayo y el 2 de junio.
Si los diputados aprobaran el texto, May se ha comprometido a someter entonces a votación la posibilidad de convocar un nuevo plebiscito -tras el que dio la victoria al Brexit en 2016-, en el que los británicos confirmarían o rechazarían los términos finales del divorcio.
Además, garantizaría una unión aduanera temporal con el bloque, la protección de los derechos laborales y del medio ambiente y nuevas disposiciones para salvaguardar la frontera en la isla de Irlanda.
(Con información de EFE y AFP)