La jueza rusa, Irina Devayeva, se vio obligada a renunciar a la Corte, luego de que filtraran fotos íntimas de ella entre sus colegas.
Según la línea oficial, Devayeva se retiró por decisión propia del tribunal, sin embargo, existen sospechas de que Vladimir Putin, presidente de Rusia, habría ejecutado el ataque contra la mujer, pues meses atrás liberó a dos adolescentes acusadas de extremismo contra el gobierno Kremlin.
La fotografía en topless de la jueza nunca había sido compartido desde su teléfono o publicado en las redes sociales, se informó.
El año pasado, las adolescentes Anna Pavlikova, de 18 años, y Maria Dubovick, de 19, enfrentaron cargos de crear un grupo extremista con el objetivo de derrocar al gobierno de Putin.
Ellas, junto a otros ocho sospechosos fueron arrestados en marzo de 2018.
Los abogados defensores afirmaron que los elementos de la policía encubiertos habían escrito el programa radical del grupo y animaron a sus miembros a tener práctica de tiro.
Desde su detención, pasaron cinco meses para que un fallo de la jueza, Devayeva permitiera llevar a las presuntas culpables su proceso en libertad condicional.
Rusia ha utilizado con frecuencia vagas leyes de extremismo para perseguir a los disidentes, activistas de la oposición y minorías religiosas.
Por ejemplo, en 2017 prohibió oficialmente a los testigos de Jehová, y los declaró una organización extremista.
Amnistía Internacional dijo que las leyes contra el extremismo se habían ampliado y utilizado de manera arbitraria contra el discurso protegido en su último informe sobre Rusia.