La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) rebajó este martes sus previsiones económicas para las principales potencias mundiales, con la notable excepción de Estados Unidos, e hizo un llamamiento urgente para que se detenga la escalada de tensiones comerciales.
En su informe semestral de Perspectivas, la OCDE calcula que más fricciones entre Estados Unidos y China podrían restar seis décimas al producto interior bruto (PIB) mundial en dos o tres años.
Por eso reclama a los gobiernos -en un mensaje especialmente dirigido a la administración de Donald Trump, sin nombrarla- que de forma urgente "utilicen todas las herramientas políticas a su disposición" para retomar las negociaciones comerciales multilaterales, algo que considera "imperativo".
El argumento para convencer a Estados Unidos es "la interdependencia de las economías" que funcionan con cadenas de producción transfronterizas, es decir que al final la ralentización global acabará por afectarle.
La organización revisa a la baja sus cálculos sobre el PIB mundial, que después de haber aumentado un 3,5% en 2018, se quedará en un 3,2% este año (frente al 3,5% estimado hace seis meses) y en el 3,4% en 2020 (también fijado en 3,5%), netamente por debajo de la cadencia media en los tres últimos decenios.
Brasil, primera economía latinoamericana, sufrirá una desaceleración del crecimiento "pese a las condiciones financieras favorables", ya que afronta la incertidumbre que pesa sobre la reforma de las pensiones en trámite legislativo. En 2019 se espera que el Producto Interior Bruto (PIB) crezca un 1,4%, frente al 2,1% anterior. En 2020, en tanto, se prevé un crecimiento del 2,3%, frente al 2,4% anterior.
La economía chilena se mantendrá "sólida" este año y el siguiente, con un incremento del PIB de 3,4% gracias a las buenas condiciones del sector financiero y a los precios del cobre, pero esa progresión será menor que la prevista anteriormente por la OCDE y cercana al 3,7%, tras haber crecido el 4% en el 2018. Para el 2020 se espera ahora un crecimiento del 3,3%, por debajo del 3,4% esperado.
En el caso de México, con una inversión frenada por la incertidumbre política, la demanda interna y la inversión en infraestructuras respaldarán un crecimiento calificado de "modesto" y por debajo de lo esperado. Se espera que el PIB se incremente en un 1,6% en 2019 y un 2% en 2018, mientras que la anterior previsión marcaba un 3,4% y 2,8%, respectivamente.
La OCDE también revisó a la baja las perspectivas de Argentina, que atraviesa una dura crisis económica, pero aseguró que la situación será dejada atrás "con holgura" y gracias al empuje de las exportaciones en 2020. De esta forma se estima que el PIB del país caiga un 1,8% este año, menos que el 1,9% pronosticado anteriormente, pero que el crecimiento en 2020 llegue al 2,1%, inferior al 2,3% del reporte anterior.
En Costa Rica, la OCDE redujo también las perspectivas de crecimiento para 2019, aunque aplaudió que la consolidación fiscal del país haya progresado y permitido recaudar ingresos adicionales para menguar la elevada deuda pública. El pronóstico es de una suba del 2,7% (frente al 3% en el informe anterior) en 2019 y 3% en 2020.
Colombia es la excepción, ya que allí la OCDE pronostica una aceleración del crecimiento de la economía este año y el próximo, gracias al impulso de las inversiones y a los bajos niveles de inflación, aunque prevé un mayor déficit comercial por los malos datos en las exportaciones. En este país se espera un crecimiento del PIB del 3,4% en 2019 y 3,6% en 2020, frente al 2,8% y 3,3% que se pronosticaban anteriormente.
Entre los países que sufren las mayores correcciones están los que más dependen del comercio exterior y del sector manufacturero. Alemania es el mejor ejemplo, con un crecimiento esperado este año de únicamente un 0,7%, nueve décimas menos de lo que la propia OCDE había anunciado en noviembre, y del 1,2% en 2020 (dos menos).
En la misma línea, Italia se quedará estancada en 2019, lo que supone nueve décimas menos de lo avanzado hace seis meses, y sólo subirá un 0,6 % el ejercicio próximo (tres décimas menos).
El impacto será menor para Francia -más dependiente de su demanda interna- con una progresión del PIB del 1,3% tanto este año (tres décimas menos) como el próximo (dos décimas menos).
En conjunto, los autores del informe recortan las perspectivas para el conjunto de la zona euro en seis décimas para 2019 (al 1,2%) y en dos para 2020 (al 1,4%).
España se desmarca de esa tónica general, ya que no cambian sus cifras -claramente mejores que la media de la eurozona- respecto a las presentadas en noviembre gracias al vigor del consumo interior.
En cualquier caso, la cadencia de la economía española también se ralentizará este ejercicio, con un incremento del 2,2% tras el 2,6% de 2018. Eso se agudizará todavía más en 2020, con un 1,9%.
Pero el país que verdaderamente marca el contrapunto es Estados Unidos, con una de las mayores tasas de expansión del mundo desarrollado, y que además en este informe se revisan al alza. El PIB estadounidense crecerá este año un 2,8%, una décima más de lo que se había anticipado hace seis meses, y un 2,3% en 2020 (dos décimas más).
La OCDE manifiesta inquietud por China, pese a que mantiene sus perspectivas con una ligera corrección para 2019 (6,2% de aumento del PIB, una décima menos que en noviembre) y sin cambios para 2020 (6%).
La razón es su política fiscal y monetaria, que no sólo genera incertidumbre sobre la actividad, sino que puede contribuir a que la deuda de las empresas, ya a nivel récord, siga engordando.
Con información de EFE
MÁS SOBRE ESTE TEMA: