Un autobús turístico que recorría las pirámides de Egipto fue dañado este domingo por una explosión, dejando un saldo de al menos 17 personas heridas, incluyendo varios extranjeros, reportaron las fuerzas de seguridad locales.
Las autoridades aún no han confirmado si se trata de un atentado, aunque todo indicaría que un artefacto fue deliberadamente hecho estallar al paso del autobús, que se dirigía en dirección al Gran Museo Egipcio en las afueras de El Cairo y junto a las famosas pirámides de Giza.
La televisión estatal indicó que el autobús llevaba a 25 turistas sudafricanos, algunos de los cuales resultaron heridos "levemente" por la explosión que provocó que se rompieran los cristales del autobús y que dañó a un coche particular conducido por egipcios.
Una fuente de la Comisaría General de la provincia de Giza indicó a EFE que el artefacto explosivo fue colocado junto a una valla del perímetro del Gran Museo Egipcio, que todavía no ha sido inaugurado.
Según la televisión egipcia, varias ambulancias han sido enviadas a la escena de la explosión, sin dar más detalles. En tanto fuentes señalaron a la agencia AFP que había al menos 17 heridos.
Imágenes de la zona de la explosión que circulaban en las redes sociales mostraban al vehículo dañado y restos del mismo esparcidos sobre la carretera.
La explosión de este domingo se produce luego de que el pasado 28 de diciembre al menos cuatro personas murieran y otras diez resultaron heridas por la explosión de una bomba casera colocada en el trayecto de un autobús de turistas en la zona de las pirámides de Giza.
En Egipto son frecuentes los atentados contra las fuerzas de seguridad y en los últimos años también se han registrado varios ataques contra civiles, en especial de la minoría cristiana copta, pero son raros los dirigidos contra los turistas.
El país está en estado de emergencia desde abril de 2017 como respuesta a una serie de atentados terroristas contra unas iglesias en el delta del Nilo.
En tanto la industria del turismo, crucial para la economía egipcia, se ha visto muy afectada por la inestabilidad política y los atentados que siguieron a la revuelta de 2011 que concluyó con la caída del presidente Hosni Mubarak tras 30 años en el poder.
De 14,7 millones de turistas en 2010, se pasó a apenas 5,3 millones en 2016, aunque había empezado a cambiar desde 2017.
Con información de EFE, AFP y Reuters
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