Un turista se llevó una tremenda decepción al descubrir que el apartamento que había rentando a través de Airbnb no era ni remotamente lo que estaba esperando. Se trata de Ben Speller, un hombre de nacional británica que viajó a Ámsterdam para acudir a un partido del Ajax contra el Tottenham.
El aficionado a la UEFA Champions League reservó antes de ir un apartamento a través de la plataforma de alojamientos. Con la esperanza de encontrar un lugar barato y confortable, el londinense se sintió afortunado de hallar una casa limpia con baño privado que se ajustaba a su presupuesto.
Speller había contratado una cabaña por USD 150 noche. Y según la descripción hecha por el dueño, se trataba de un lugar "limpio" con "baño propio". Sin embargo, la conmoción inundó al turista cuando al llegar a su estancia se encontró con un contenedor industrial gris que simulaba ser un hogar al tener tres colchonetas en el piso y un inodoro portátil en el que a duras penas una persona podía tener cierta privacidad.
El contenedor se encontraba montado sobre la banqueta en plena avenida, y justo por arriba pasaba el tren de la ciudad.
"El taxista y yo ya habíamos pasado tres veces por el contenedor tratando de encontrar el lugar. Y pensamos: 'Esto no puede ser'", dijo el afectado a un medio de noticias local.
Al final decidió bajar el vehículo y verificar la dirección: era verdad. "Abrimos la puerta y miramos dentro, cerramos la puerta y salimos. Luego el taxista me llevó a un hotel", agregó Speller.
Al no obtener lo que había comprado, el londinense solicitó un reembolso al propietario, quien se la negó, por lo que tuvo que ser la compañía Airbnb la que cubrió los gastos.
De acuerdo con AT5, una estación de televisión local en Ámsterdam, el contenedor no contaba con los permisos requeridos, por lo que fue remolcado por autoridades locales.
El contenedor, descrito por su dueño como una "cabaña", fue sacado del sitio oficial de alquiler después de que Speller presentara su queja.
'Hemos eliminado al usuario y su listado de la plataforma", dijo en un comunicado Airbnb.
Los lugares mal representados o fraudulentos no tienen cabida en nuestra plataforma, y nuestro equipo trabaja arduamente para fortalecer constantemente nuestras defensas y mantenerse al frente de los malos actores
Malas experiencias como la que tuvo Ben Speller ocurren de vez en cuando en la plataforma; sitios que ofrecen tener ciertas características que al final resultan ser falsas; o peor, viviendas que supuestamente están en su web pero que, en realidad, no existen.
Desde hace al menos dos años, Airbnb ha reportado estafas por parte de personas que de forma externa anuncian sus inmuebles y exigen pagos a través de enlaces falsos de Airbnb para ocupar viviendas que no aparecen en la plataforma y que muchas veces ni siquiera existen.