Los dos turistas franceses rescatados de sus secuestradores en Burkina Faso por un comando aparentemente yihadista, en una operación en la que murieron dos soldados de su país, fueron recibidos sobriamente este sábado a su regreso a Francia por el presidente Emmanuel Macron.
Los dos hombres habían sido capturados en una zona de Benín que Francia desaconseja visitar, explicó este sábado su ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian.
El presidente de la República les saludó brevemente, al igual que a la ex rehén surcoreana liberada al mismo tiempo que ellos, cuando bajaron de un Falcon militar que acababa de aterrizar en la base aérea de Villacoublay, al sur de París.
El jefe del Estado se reunió después unos minutos en privado con los ex rehenes y sus familias en la base.
"Es muy importante para los militares que se desplace al lugar, está ejerciendo su papel de jefe de las Fuerzas Armadas", explicó el entorno del presidente.
"Su decisión de recibir a los rehenes va acompañada de su decisión de rendir homenaje el martes a los militares" en París, continuó esta fuente, que recordó que Macron "es el presidente de todos los franceses, incluido de aquellos que cometieron actos inconscientes".
El jefe de Estado francés presidirá a principios de la próxima semana una ceremonia de homenaje nacional a los dos militares fallecidos.
Laurent Lassimouillas, uno de los ex rehenes, entonó el mea culpa. "Sin duda deberíamos haber tomado más en cuenta las recomendaciones del Estado y la complejidad de África, y evitar viajar a esta magnífica región del mundo que desgraciadamente gira hacia la inestabilidad", declaró.
El ministerio francés de Exteriores desaconseja formalmente en su sitio a sus ciudadanos que viajen al extremo norte de Benín, fronterizo con Burkina Faso y Níger, "debido a la presencia de grupos armados de terroristas y al riesgo de secuestro".
La liberación de los dos turistas franceses, Patrick Picque y Laurent Lassimouillas, que fueron secuestrados el 1 de mayo en el norte de Benín, y luego llevados al vecino Burkina Faso, se saldó con la muerte de dos militares de las fuerzas especiales franceses, en la noche del jueves al viernes.
El cadáver de un guía local fue hallado junto al vehículo en el que se desplazaban los franceses, poco después de que se denunciara su desaparición.
Hacia Malí
Los servicios de inteligencia lograron ubicar a los captores de los turistas franceses en la semidesértica región oriental de Burkina Faso, desde donde se disponían a atravesar la frontera hacia Malí.
Las autoridades creen que los secuestrados fueron entregados al Frente de Liberación de Macina (FLM), un grupo formado en 2015 y que es afín a Al Qaida en la región.
Los ataques yihadistas, que inicialmente se concentraron en el norte de Malí, se han extendido hacia el centro del país y luego hasta Burkina Faso. Ahora amenazan a los países costeros del golfo de Guinea, hasta ahora al margen de la acción de estos grupos.
"La amenaza ha cambiado de forma, es mucho más móvil, y ahora afecta a los países situados al sur de Malí" según declaró el ministro francés Le Drian.
Macron dio la orden el jueves de atacar el campamento de los captores donde fueron liberados Picque y Lassimouillas, así como también las rehenes estadounidense y surcoreana.
La identidad de éstas no fue comunicada. "Nadie sabía de su presencia" en Burkina, según el jefe del Estado Mayor francés, el general François Lecointre. "Eran rehenes desde hacía 28 días", precisó.
Además de los dos soldados franceses fallecidos en la operación de rescate, cuatro de los seis captores murieron.
Valerie Leroux y Joseph Schmid par AFP
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