Cómo será Eurovisión 2019 en Tel Aviv, con Madonna como invitada y con amenazas de boicot

La 64º edición del concurso musical más importante de Europa, del que surgieron estrellas internacionales de la talla de ABBA y Céline Dion, arranca el martes. Expectativa por la llegada de la Reina del Pop y tensión con grupos antiisraelíes

Guardar
Operarios trabajan en la consrucciòn
Operarios trabajan en la consrucciòn del escenario en el que esta semana tendrá lugar una nueva edición del Festival de la Canción Eurovision 2019 en Tel Aviv, Israel (Foto: REUTERS/Amir Cohen)

Con el desfile de las delegaciones por lo que han dado en llamar la "alfombra naranja", este domingo se dio por inaugurada la 64º edición de Eurovisión, el festival europeo de la música que congrega cada año a 180 millones de espectadores y que vio surgir a estrellas como ABBA, en 1974, o Céline Dion, en 1988.

Tel Aviv, la ciudad anfitriona, eligió que la ceremonia inaugural se hiciera en su epicentro cultural: Habima Square. Es una plaza que está rodeada por el Teatro Nacional Habima (que significa "escenario" en hebreo), el Auditorio Charles R. Bronfman, que es la sede de la Orquesta Filarmónica Israelí, y el Pabellón Helena Rubinstein de Arte Contemporáneo. El 14 y el 16 de mayo serán las semifinales y el 18 la gran final con la presencia de Madonna como estrella invitada. Pero la fiesta se va a extender a las calles, discotecas y espacios públicos de la ciudad, donde se harán celebraciones alternativas y alusivas a una subcultura con peso propio.

Instituido en 1956 por la Unión Europea de Radiodifusión (EBU, por sus siglas en inglés) con el fin de fortalecer los lazos entre las emisoras públicas de Europa, Eurovisión fue adoptando un mensaje de pluralismo y aceptación social. Un mensaje que fue abrazado, sobre todo, por las comunidades LGBT, como explica Allison Kaplan Sommer en un artículo publicado recientemente en Haaretz.

Con el paso del tiempo, el festival fue sumando a su organización a aliados de países vecinos que no forman parte de la Unión Europea. Así, por ejemplo, han competido países como Australia, Rusia, Armenia o Georgia, por nombrar solo algunos. Israel se sumó en 1973 y desde entonces ganó en cuatro oportunidades: en 1978 de la mano de Izhar Cohen, en 1979 con la versión de Hallelujah interpretada por Gali Atari y Milk & Honey, en 1998 con la cantante trans Dana International y en 2018 con Netta Barzilai. Gracias a este último triunfo en Lisboa 2018, Israel se ganó el derecho de ser el anfitrión en la fiesta de este año.

Video: Izhar Cohen canta "Abanibi" en Eurovision 1978

La canción elegida por Netta para representar a Israel el año pasado, "Toy" (juguete en inglés), dialoga en clave pop con el movimiento Me Too, surgido meses antes, y propone un feminismo de masas. Con letra en inglés y unos toques de hebreo, dice cosas como "No soy tu juguete, chico estúpido, no juegues conmigo". La elección del tema, junto a la presencia escénica de Netta, lograron lo que poco antes parecía improbable: que Israel se alzara nuevamente con la medalla de Eurovisión, en un contexto en el que algunos sectores incrementan sus presiones para boicotear a Israel por la situación en Palestina.

Video: el show de Netta en Eurovisión 2018

Desde el mismo momento en que se anuncio que Tel Aviv seria la ciudad anfitriona de esta edición, representantes del movimiento BDS (Boicotear, Desinvertir, Sancionar) que propone aislar a Israel de la comunidad internacional, alzaron su voz para pedir que los artistas se negaran a tocar. La voz más conocida de este sector es la del ex líder de Pink Floyd Roger Waters, quien escribió una carta a Madonna en The Guardian pidiéndole directamente que no viajara. En la misiva, el cantante ingles que defiende al régimen de Maduro le dice a Madonna que si cree en los derechos humanos no debe cantar en la ceremonia de cierre tal como está pautado.

Video: los mejores momento de la final de Eurovisión 2018

Si bien Madonna optó directamente por no responderle, otras celebridades salieron al cruce de Waters. Gene Simmons, de KISS; Sharon Osbourne, Stephen Fry y la artista performática Marina Abramović adhirieron al comunicado del Centro Creativo por la Paz, que dice: "Creemos que el movimiento que promueve un boicot cultural es una afrenta tanto a los palestinos como a los israelíes que están trabajando en alcanzar la paz mediante el compromiso, el intercambio y el reconocimiento mutuo".

Y agrega: "Si bien todos podemos tener distintas opiniones acerca del conflicto israelí-palestino y acerca de cuál es el mejor camino para la paz, estamos de acuerdo en que el boicot cultural no es la respuesta".

En el mismo sentido se pronunció la semana pasada Netta, la ganadora de 2018 que se presentará en la final antes de Madonna: "El hecho de que estemos sobre el mismo escenario personas de tantos países, de tantas culturas, sin importar la religión o la etnicidad, hace que este sea un festival de la luz. Y boicotear la luz es traer oscuridad".

Cada edición del concurso se financia de manera conjunta entre el consorcio europeo de televisoras públicas y los medios públicos del país anfitrión. En esta oportunidad, Israel invirtió 42 millones de dólares que espera le sirvan para captar el turismo de los fans que van a asistir a los conciertos y ocupar la plaza hotelera en esta semana intensa que acaba de empezar. El conflicto del fin de semana anterior en la Franja de Gaza encendió algunas alarmas acerca de la viabilidad del espectáculo. Ahora el temor pasó a estar enfocado en que algún grupo simpatizante del BDS use la plataforma del concurso para dar un mensaje anti-Israel.

Video: el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu con Netta, la ganadora de 2018

Quien se mostró más cercano a esta idea de dar un mensaje contra las políticas de Israel en Eurovisión es el representante de Islandia, Hatari. Si bien asegura que no hará declaraciones políticas en el escenario (algo que está prohibido por las reglas del concurso), usa los espacios en entrevistas con los medios para dar a conocer su posición sobre el conflicto.

No es la primera vez que la política se cuela en el festival de la música. Kaplan Sommer recuerda que en 1976 el representante de Grecia cantó contra la ocupación turca de Chipre y en 2009 Georgia fue descalificada de la competencia por intentar cantar una canción que decía "We dont wanna put in", en un juego de palabras entre la frase verbal del idioma ingles y el apellido del presidente ruso Vladimir Putin, anfitrión de ese encuentro. Ahora, ese tipo de manifestaciones están prohibidas por reglamento, pero el mundo va a estar con el ojo atento a cualquier manifestación que pueda romper esa calma.

Kan, el medio publico israelí, lanzó en las últimas horas un musical satírico para darles la bienvenida a los turistas que ya empezaron a llegar y que, por supuesto, ya causó polémica:

Quienes, cuándo, cómo

En esta edición, serán 42 los participantes en competencia. El 14 y el 16 de mayo, 36 de ellos se presentarán en las dos semifinales que fueron asignadas por sorteo, en grupos de 18. Los restantes 6, en tanto, tienen un lugar asegurado en la final del sábado 18: Israel, por ser el país anfitrión y los llamados Big Five: Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido (algo parecido a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque sin poder de veto).

Las normas de funcionamiento de Eurovisión son tantas y tan discrecionales que es fácil perderse. Lo importante es saber que cada uno de los 42 competidores fueron elegidos por los medios públicos de sus respectivos países, en certámenes abiertos o cerrados, y que están habilitados a cantar una canción que dure hasta tres minutos. Deben cantar en vivo y sin músicos en escena, sólo acompañados por una pista.

Israelíes celebrar el triunfo de
Israelíes celebrar el triunfo de Netta Barzilai en el Festival de la Canción Eurovisón 2018 con su canción “Toy” en la plaza  Rabin en mayo del año pasado (Foto archivo: REUTERS/Corinna Kern)

¿Y cómo se determina el ganador? Cada país cuenta con un jurado de cinco profesionales de la industria de la música, cuyo voto vale el 50%. La otra mitad es completada por el voto de la audiencia, que puede hacerlo por teléfono de línea, por SMS o a través de la app oficial. Pero esas votaciones no se podrán hacer en cualquier momento y lugar: en cada semifinal, solo podrán votar espectadores de los países en competencia, con la condición de que no se pueden votar a ellos mismos, y tres de los países con lugar asegurado en la final, por el mero hecho de tener ese privilegio. Las votaciones abren después de que las 18 canciones de cada semifinal fueron interpretadas y únicamente por un lapso de 15 minutos.

Tanto el jurado como el público pueden puntuar a los artistas del 1 al 8, con un 10 o con un 12 (sí, no hay ni 9 ni 11). Los 10 cantantes más votados en cada semifinal pasan a la gran final, donde se encontrarán con los seis que no debieron pasar por esta parte de la competencia.

Netta Barzilai, ganadora de Eurovision 2018, posa durante
Netta Barzilai, ganadora de Eurovision 2018, posa durante una entrevista en Tel Aviv en enero pasado (Foto: REUTERS/Ronen Zvulun)

En la final, se presentarán los 26 artistas seleccionados y en esta oportunidad podrán votar espectadores de todos los países que estuvieron en competencia, aunque no hayan llegado a esa instancia. Primero se dará a conocer el voto de cada jurado nacional (uno por uno, los 42) y luego se irá diciendo cuántos votos del público combinado obtuvo cada uno de los países en competencia, de menor a mayor. De esta manera, no se puede conocer el resultado final hasta minutos antes del cierre. Además, como yapa, estará presente Madonna, quien cantará su himno Like a Prayer y una canción del nuevo álbum que está a punto de lanzar y del que presentó algunos singles.

Guardar