(Nota publicada en Aurora)
El pueblo de Israel permaneció de pié y en silencio mientras se escuchaba una sirena de dos minutos en todo el país para conmemorar el Día del Recuerdo del Holocausto.
En el Salón de la Memoria del Museo del Holocausto-Yad Vashem, el presidente Reuvén Rivlin, y el primer ministro, Benajmín Netanyahu, participaron en una ceremonia en la que se depositaron ofrendas florales.
Durante su discurso, el miércoles, en la ceremonia que dio inicio a los eventos del Día del Recuerdo, Rivlin se refirió al aumento del antisemitismo en Europa: "Hoy, ochenta años desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, debemos mirar la realidad reciente. Europa, hoy, al igual que en otras partes del mundo, está cambiando su rostro nuevamente".
El presidente agregó que: "Las ideas de superioridad, pureza nacional, xenofobia, antisemitismo descarado y oscuro, desde la izquierda a la derecha, se ciernen en toda Europa".
Rivlin advirtió que "ningún interés ni consideración política pueden justificar alianzas deshonrosas con grupos racistas o elementos que no reconocen su pasado y responsabilidad por los crímenes del Holocausto".
No obstante, el presidente recalcó la fortaleza del pueblo judío en comparación con los tiempos del Holocausto.
"El Estado de Israel no solo es una democracia estable, sino que también tenemos un importante poder militar, diplomático y económico, y siempre vamos a defender al Estado y a las comunidades judías del mundo", advirtió Rivlin.
Netanyahu también denunció los peligros del antisemitismo moderno.
"La extrema derecha, la extrema izquierda y el islam radical están de acuerdo en una sola cosa: su odio a los judíos", subrayó el primer ministro.
Con información de AP
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