El 1° de mayo se conmemora en varios países del mundo el Día del Trabajo, en homenaje a los llamados Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en 1886.
Su misión fue luchar por la reducción de la jornada laboral a 8 horas, que en aquel entonces duraba entre 12 y 16 horas.
La protesta, llevada a cabo inicialmente por 80.000 trabajadores, pronto desembocó en una poderosa huelga nacional que afectó a numerosas fábricas de los Estados Unidos.
A partir de allí, el conflicto se fue extendiendo a otras ciudades norteamericanas, logrando que más de 400.000 obreros pararan en 5.000 huelgas simultáneas. La magnitud del conflicto causó preocupación al gobierno y al sector empresarial, que creyeron ver en las manifestaciones y huelgas el inicio de una revolución anarquista.
La fuerza demostrada por los obreros en su reclamo marcó un antes y después en la historia de todos los trabajadores, instaurándose aquella fecha como el "Día del Trabajador".
En la actualidad, muchos países rememoran el 1º de mayo como el origen del movimiento obrero moderno: Italia, Alemania, Francia, Finlandia, Argentina y México, incluidos.
Sin embargo, hay algunos que no lo hacen –en general, países de colonización británica–, como Estados Unidos y Canadá, que celebran el Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre; Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre.
El origen fue un desfile realizado el 5 de septiembre de 1882, en Nueva York, organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo. La celebración nunca cambió al 1° de mayo porque el presidente norteamericano Grover Cleveland temió que el día festivo reforzara el movimiento socialista en los Estados Unidos.
En Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el territorio de la capital australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental; y el 1º de mayo en Queensland y el Territorio del Norte.
Día del Trabajo en México
México se sumó a la conmemoración en 1913, luego de que varias organizaciones obreras se reunieron en la Casa del Obrero Mundial para oficializar la fecha conmemorativa.
El 5 de febrero de 1917 se promulgó en la Constitución y a partir de 1923 el Día del Trabajo fue declarado como día de descanso obligatorio por el gobierno mexicano, según consta en el Archivo General de la Nación.