Cayetana Álvarez de Toledo con Infobae: "Sería dramático que el kirchnerismo volviera a ganar en la Argentina"

(Desde Madrid) Cayetana Álvarez de Toledo (CAT, 45) habla y gesticula como argentina, pero no es argentina. Lo es su madre, Patricia Peralta Ramos, que estaba casada con el pintor  Rómulo Macció y tuvo con él una hija, Tristana, hasta que un día conoció en Buenos Aires al empresario naviero Juan Illán Alvarez de Toledo y Giraud, marqués de Casa Fuerte, y se fue tras él.

Por eso Cayetana nació en Madrid y pasó su primera infancia en Londres, aunque entre los 7 y 17 años vivió en Buenos Aires, por eso aquí en España le dicen "porteña", lo que le trajo algunos problemas cuando se postuló en Barcelona como candidata a diputada por el PP.

"Los nacionalistas reaccionaron al hecho de que yo no fuera catalana, pero no tanto por argentina. Como periodista fui a cubrir el 1 de octubre del 2017 la elección del referéndum a San Julián de Ramis, donde tenía que votar (Carlos) Puigdemont, y me gritaban 'Vete a Madrid', hasta que alguien dijo, 'no, es argentina, hija de una puta y un español'. Cuando segregas xenofobia, lo haces en todos los sentidos", recordó el sábado por la noche conversando tranquilamente con Infobae en un hotel boutique barcelonés del barrio de Sarrià, una vez concluida la campaña.

Sí, Cayetana, además de historiadora licenciada y doctorada en la Universidad de Oxford, se dedicó muchos años al periodismo, donde dirigió la sección opinión del diario El Mundo en tiempos del mítico Pedro J. Ramírez. "En un momento determinado e intenso de España, cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, creí que tenía que asumir una responsabilidad más directa que la que tenía como periodista y me afilié al PP, donde fue dos veces legisladora. Antes de abandonar la redacción, Pedro J. me dijo 'estás loca, Cayetana, cómo vas a abandonar el periodismo, ¿no ves que el periodismo es política sin responsabilidad y que es una putada lo que vas a hacer?'. Pero en ese momento yo sentía que tenía que ir a la política", un lugar que dejó por diferencias con las posiciones de Mariano Rajoy sobre la crisis catalana.

Ahí fue cuando volvió de nuevo al periodismo. Estuvo en Cúcuta, la ciudad colombiana que está junto a la frontera con Venezuela, cubriendo lo que parecía que iba a ser el mayor ingreso de ayuda humanitaria por los puentes que unen ambos países. "Estoy muy ligada al proceso venezolano, tengo vínculos con todos los dirigentes de oposición a la tiranía, sobre todo con Leopoldo López. Había estado en Caracas, donde hice varias crónicas. Luego escribí con la ayuda humanitaria que no pudo concretarse porque empezar a disparar y agredir desde el otro lado, mostrando el macabro desinterés del régimen chavista por la situación de sus compatriotas", contó.

Volvió amargada a Madrid y recibió un llamado de Pablo Casado. "Me invitó a tomar un café y me dijo que iba a ir al grano, que le gustaría que me presente por Barcelona. A mí me pareció que tenía sentido, sentido político y también personal, porque llevo implicada hace muchos años con lo que está pasando en Cataluña con el nacionalismo, para lo que formé la plataforma Libres e Iguales, de intelectuales y periodistas de todo el abanico político. Desde allí hicimos la movilización más importante, que fue la de octubre de 2017, donde Mario Vargas Llosa fue orador".

Para Cayetana, "el asalto ilegal al estado constitucional español fracasó el 1º de octubre cuando la guardia civil y la policía nacional lo frenaron. El 3 de octubre, el rey hizo un discurso importantísimo comparable, incluso más importante, que el que hizo su padre en el 23F, porque el desafío era más complejo pues vino encabezado por un gobierno autonómico, avalado por los medios de comunicación, la gente en la calle, un verdadero apartare institucional y una coartada pacifista. Es algo mucho más peligroso que unos señores que salen con un tanque y una pistola. El golpe del 23F se paró en pocas horas, en cambio este golpe fue un golpe, como dijo Alfonso Guerra, en cámara lenta. Y es posmoderno, en el sentido de que tiene los atributos de la coartada pacifista".

Sin embargo, cree que ese peligro todavía existe. La mediática hispanoargentina están convencida de que "ahora buscan una vía semi ilegal de llegar a los mismos objetivos, haciéndolo por la puerta de atrás. Y esa puerta de atrás se llama Pedro Sánchez".

Infobae quiso saber si realmente se corre ese peligro, ya que la mayoría del electorado del PSOE está en contra del independentismo y, en campaña, el jefe del gobierno buscó colocarse en una posición de centro, huyendo de las fotos que se sacó con los independentistas para pactar la moción de censura con la que sacó a Rajoy de La Moncloa.

Para Cayetana no hay dudas: "en caso de ganar, su intención es llegar a un acuerdo con el independentismo, que le permita seguir en el poder, que es lo único que le interesa. Es el único presidente que fue investido por medio del voto de censura y apeló a los votos de un prófugo de la justicia que organizó un golpe de estado como es Puigdemont, con el que de otro modo no lo hubiera logrado. Ese forajido apoya con sus votos que el señor Sánchez sea presidente del gobierno y todas las fuerzas políticas destructivas que trabajan para se haga trizas el sistema constitucional nacido en 1978. Sánchez realizó juegos de disimulo en la campaña, de engaño, de presunta equidistancia, pero él es el candidato de las fuerzas golpistas, y a la vez su rehén. Por cierto, estoy convencida de que España está en riego si gana Pedro Sánchez el gobierno".

Relajada después de varias semanas intensas, donde pasó de ser una periodista conocida a una protagonista de la arena política española en tiempos inciertos, Cayetana quiso tomar un gin tonic, pero una amiga que la está ayudando le dijo que mejor una gaseosa sin azúcar y ella acepta, dócil.

Por primera vez está obligada a andar con custodia por Barcelona, una ciudad a la que conocía bien, porque estuvo casada desde el 2001 con un catalán, el empresario Joaquin Güell, nieto del mecenas de Gaudí, con quien se divorció hace un año. Con él tuvo dos hijas despiertas y empáticas, que están presentes mientras su madre dialoga con un medio que saben que es argentino, mientras juegan y se divierten en los cuartos vecinos, custodiadas por su abuela, Patricia. "Nos gustó mucho que decida ser candidata, pero ahora estamos un poco arrepentidas", dijo una de ellas.

Días atrás, fue la custodia la que permitió a Cayetana ingresar a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), donde tenía previsto realizar una charla sobre populismo y catalanismo, junto al candidato a alcalde Manuel Valls, ex ministro francés. "Fuera fascistas de la universidad", le increpó un grupo de 200 estudiantes que le gritaban "facha", entre otros insultos. Militantes del PP, sin embargo, la defendieron y al grito de "libertad, libertad" hicieron un corredor por el que la candidata pudo ingresar, con el respaldo de sus custodios.

Hoy por la mañana, día de la elección, Cayetana recorrió los principales centros de votación. Ya no la insultaron, porque su figura creció ante cada improperio que fue recibiendo. Sin embargo, tampoco pudo caminar tranquila, porque fueron innumerables los votantes que se acercaron a pedirle selfies y conversar con ella sobre las elecciones y el futuro de España.

A los constitucionalistas, les dijo que ya no tengan miedo, que no serán más perseguidos ni padecerán la autocensura por querer seguir siendo España. "El lado bueno de lo que pasó el 1º de octubre es que apareció la Cataluña desamparada, cosmopolita, tolerante, que quiere vivir con el otro, que está encantada con ser parte de Europa, donde existe el estado de derecho y la diversidad", explicó.

A los separatistas, que también hubo varios que se acercaron, les pidió que "vayan y piensen de verdad lo que quieren hacer con Cataluña, piensen si no son una fuerza reaccionaria, xenófoba, que no quiere vivir con lo diverso, piensen si están dispuestos a aceptar el desgarro que va a liquidar lo que fue España".

Porque así es ella, la marquesa de Casa Fuerte al año de la muerte de su padre, la compañera en el Northlands de Máxima Zorreguieta, hoy reina de Holanda, la doctorada en Oxford, la tertuliana en la cadena COPE en sus tiempos de periodista, una de las primeras firmantes del manifiesto constitucionalista que fue clave para el fracaso del movimiento liderado por Puigdemot, la que sigue visitando la Argentina por lo menos una vez por año.

Por cierto, Infobae no pudo evitar preguntarle por la situación argentina. No le tomó un minuto lanzar su estocada: "sería dramático que volviera el populismo kirchnerista".

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