China se quejó formalmente con Francia, alegando que un buque militar francés ingresó a aguas territoriales chinas al pasar este mes por el Estrecho de Taiwán. El incidente del 7 de abril en el Estrecho de Taiwán es un caso raro de fricciones militares entre los dos países, que han realizado ejercicios conjuntos de búsqueda y rescate.
El viceprimer ministro chino Hu Chunhua culpó a la actividad británica en el Mar de China Meridional por la tensión en las relaciones bilaterales, al hacer comentarios al inicio de una reunión con el secretario del Tesoro de Gran Bretaña Philip Hammond.
La queja y los comentarios de Hu parecen ilustrar cómo China está permitiendo ahora que las afirmaciones de sus reclamos territoriales afecten sus lazos con naciones fuera de la región. Además, una muestra de que los aliados de EEUU buscan reafirmar la libertad de navegación en aguas internacionales reclamadas por el gigante asiático.
Ren Guoqiang, vocero del ministerio de Defensa, dijo que la Armada china despachó barcos para identificar, advertir y escoltar al buque francés y que permanecerá "muy alerta para salvaguardar firmemente la seguridad y la soberanía de China".
Este jueves, Francia expresó que "reafirma su apego a la libertad de navegación, conforme al derecho del mar", según indicó un miembro del entorno de la ministra de Defensa, Florence Parly.
La fragata francesa Vendémiaire, a la que se esperaba esta semana en Qingdao, en la costa este de China, para participar en un desfile naval por el 70º aniversario de la marina china, no estuvo presente finalmente en el evento. París no dio explicaciones por este cambio de programa.
El Estrecho de Taiwán, de unos 160 kilómetros (100 millas) de ancho, separa China continental de Taiwán, que Beijing reclama también como su territorio. Es considerado una vía internacional y es navegado por buques de todas las naciones, muchos de ellos en rumbo a puertos chinos.
Sin embargo, China se ha mostrado extremamente sensible a operaciones de buques militares extranjeros en áreas que reclama, como el Mar de China Meridional, donde ha construido instalaciones militares en siete islas artificiales.
Francia, Australia y Gran Bretaña han estado aumentando su presencia en la región, al tiempo que la Armada de Estados Unidos incrementa sus misiones de "libertad de navegación" cerca de instalaciones chinas, enfureciendo a Beijing.
En comentarios a Hammond, Hu pareció estarse refiriendo a una misión de ese tipo por un buque británico en agosto.
La marina china está en expansión desde hace varios años, equipándose con una gran flota de guerra. Beijing trata además de afirmar su soberanía en zonas del mar de China meridional.
(Con información de AP, AFP y Reuters)