El gobierno de Sri Lanka aseguró este lunes que un grupo islamista local, el National Thowheeth Jama'ath (NTJ), está detrás de los atentados suicidas que causaron al menos 290 muertos el domingo, según anunció este lunes Rajitha Senaratne, vocero oficial.
Senaratne, quien es también miembro del gabinete de gobierno del presidente Maithripala Sirisena, señaló que se investigan eventuales vínculos de esta organización con grupos extranjeros, de acuerdo a la agencia AFP.
Una nota difundida hace diez días a los servicios de policía de Sri Lanka alertaba de que el NTJ preparaba atentados contra iglesias y la embajada de India en Colombo. La fuente de esta información era una "agencia extranjera de inteligencia".
La policía ha también dicho que las 24 personas arrestadas en conexión con la ola de ataques pertenecían a un grupo "extremista", sin indicar cuál.
Por el momento, ningún grupo se ha atribuido el ataque.
Por otro lado poco se sabe del NTJ, hasta la fecha considerado apenas un grupo radical islámico que solía vandalizar estatuas budistas en el país insular. También, en 2016 su secretario Abdul Razik fue arrestado por incitar el racismo, reportó el New York Times.
Aunque desde el Centro Internacional para el Estudio del Extremismo Violento, citado por el periódico estadounidense, se sostiene que el NTJ intenta "expandir el movimiento yihadista global en Sri Lanka y crear odio, miedo y división en la sociedad".
"Estos ataques [del domingo] parecen del ISIS, Al Qaeda y el manual de la militancia yihadista global, fomentando odio religiosos al atacar múltiples iglesias en una festividad importante", indicó la directora del centro, Anne Speckhard.
El budismo es la religión principal (70%) en un país de 21 millones de habitantes en los que casi la totalidad de la población se declara religiosa. Otros credos importantes son el hinduismo (12,6%) , el islam (9,7%) y el cristianismo (7,4%), de acuerdo al último censo nacional realizado en 2011.
Los atentados del domingo estuvieron centrado en tres iglesias cristianas (dos católicas y una protestante) y una serie de hoteles de lujo en la ciudad de Colombo, aunque la situación de esta minoría ha sido relativamente tranquila en los últimos años y Sri Lanka no ha visto, hasta la fecha, brotes de violencia militante islamista.
De hecho, las mayores tensiones en el país han estado definidas por el conflicto étnico entre tamiles y cingaleses que derivó en una cruenta guerra civil terminada en 2009, tras dejar un saldo de entre 80.000 y 100.000 muertos en 25 años, de acuerdo a la ONU.
En este contexto los católicos eran percibidos como una fuerza unificadora, ya que tenían adeptos tanto entre los miembros de la minoría tamil y entre los cingaleses, etnia mayoritaria. Incluso entre la religión mayoritaria tamil es el hinduismo, con minorías musulmanas además de cristianas.
Sin embargo, las alarmas en todo el mundo estaban encendidas luego de que numerosos grupos terroristas islamistas juraran venganza por los ataques en Christchurch, Nueva Zelanda, de marzo, cuando un supremacista blanco masacró a 50 fieles musulmanes en dos mezquitas motivado por el odio.
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