Millones de parisinos y ciudadanos preocupados del mundo miraban con espanto cómo se propagaba un incendio devastador en la catedral de Notre Dame, de 850 años de antigüedad, en las primeras horas de la tarde de este lunes. Aunque se ha abierto una investigación completa para determinar la causa exacta del siniestro, los primeros informes del servicio de bomberos de París indicaban que no se trataba de un incendio provocado, sino de un accidente que se produjo en el tejado central del templo, donde se estaban realizando obras para restaurar la aguja de la torre principal, que data del siglo XIX.
Aún tratándose de un hecho contingente, varios simpatizantes de ISIS y de otros grupos yihadistas no se demoraron en celebrar la tragedia, describiendo las llamas ardientes como "retribución y castigo" a los "corazones de los líderes de las cruzadas", según la empresa SITE Intelligence Group, que rastrea la actividad en línea de las organizaciones de supremacía blanca y yihadistas.
Un afiche creado por el grupo de medios de comunicación Al-Muntasir – un ala de propaganda afiliada a ISIS – fue difundido en las redes el lunes por la noche, según el Consorcio de Investigación y Análisis del Terrorismo
"Su construcción comenzó en el año 1163 y acabó en 1345. Es hora de decir adiós a tu politeísmo oratorio", dice la imagen.
Mientras los yihadistas celebraban en internet, Francia y el mundo lamentaban la destrucción de un glorioso símbolo de la civilización occidental. La estructura principal parece haber sido salvada, y la rápida acción de cientos de bomberos permitió rescatar muchas obras de arte y reliquias en el interior del edificio.
"La celebración de los partidarios de ISIS del incendio de la catedral de Notre Dame -que ellos llaman un golpe a los 'corazones de los líderes de las cruzadas'- muestra no sólo el fanatismo, sino cuán patéticamente se aferran a cualquier cosa como una victoria", tuiteó Rita Katz, directora de SITE.
"Se hace eco de las alabanzas de los yihadistas a los huracanes, incendios forestales, etcétera", agregó.
#ISIS supporters’ celebration of #NotreDameCathedral fire—which they call a blow to “hearts of the crusader leaders”—shows not just zealotry, but how pathetically they’ll grasp at anything as victory. Echoes jihadists’ praise for hurricanes, wildfires, etc https://t.co/XBAhiJRZXf pic.twitter.com/oJw1MY0MuY
— Rita Katz (@Rita_Katz) April 15, 2019
Cuando el peligro del fuego fue descartado cerca de la medianoche, el presidente Emmanuel Macron habló ante la prensa, a pocos metros de Notre Dame.
"Reconstruiremos Notre Dame", prometió el presidente de Francia, quien tenía previsto dirigirse al país en la tarde del lunes para anunciar medidas frente a la crisis de los "chalecos amarillos", pero debió cancelar su discurso para dirigirse al lugar del siniestro.
"Se ha evitado lo peor, aunque todavía no hemos ganado la batalla totalmente", dijo el mandatario francés, visiblemente emocionado, antes de agradecer a los bomberos por haber salvado las dos torres y la fachada del monumento.
Construida en los siglos XII y XIII, Notre Dame es la más famosa de las catedrales góticas de la Edad Media.
Situada en la Isla de la Cité, en el río Sena, su arquitectura es famosa, entre otras cosas, por sus numerosas gárgolas y sus icónicos contrafuertes voladores. Unas 13 millones de personas la visitan cada año.
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