Alcanza con preguntar la fecha de las elecciones en India para notar su carácter extraordinario. No es un día preciso como en la mayor parte del mundo. Ni dos, ni tres. El proceso completo dura 38 jornadas, divididas en siete etapas diferentes. La largada fue el jueves pasado, y la meta se cruzará el domingo 19 de mayo.
El segundo elemento descomunal es que hay más de 900 millones de personas habilitadas para votar. Eso convierte a India en la democracia más multitudinaria del mundo, con muchos cuerpos de ventaja sobre el resto.
A esta altura, no debiera llamar la atención que más de 450 partidos presenten candidatos. Entre todos ellos, el favorito es el primer ministro Narendra Modi, del Bharatiya Janata Party (Partido Popular Indio).
Esta fuerza conservadora, promotora de los valores del hinduismo —religión mayoritaria en el país—, ganó claramente en 2014 y obtuvo 282 de las 545 bancas de la Lok Sabha (Casa del Pueblo), que es la cámara baja del Parlamento.
El principal rival de Modi es Rahul Gandhi. Es bisnieto de Jawaharlal Nehru, primer gobernante de India tras su independencia del Imperio Británico en 1947, nieto de Indira Gandhi e hijo de Rajiv Gandhi, que también fueron primeros ministros —y ambos fueron asesinados—. Todos pertenecen al Congreso Nacional Indio, el partido político más importante del país desde el siglo XIX, que está indeleblemente asociado al liderazgo de Mahatma Gandhi en el proceso de emancipación.
Los resultados de estas elecciones pueden ser decisivos para el futuro de la mayor potencia emergente del planeta, que hacia 2050 espera ser la nación más poblada y la tercera economía mundial. Para entender lo que está en juego, es necesario comprender antes cómo funciona la ingeniería política que está por detrás.
El sistema
India es una república parlamentaria federal, por lo cual, el epicentro del poder político es el Parlamento bicameral, ubicado en Nueva Delhi, la capital del país. Del Poder Legislativo emana el primer ministro, que debe ocupar una banca y ser nominado por el partido o coalición que detente la mayoría de la Lok Sabha.
Si bien el primer ministro es quien conduce las riendas del gobierno, el jefe de Estado es el presidente, que desde 2017 es Ram Nath Kovind. Aunque es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y tiene la potestad de disolver el parlamento, entre otras atribuciones constitucionales, en la práctica su rol es esencialmente protocolar, y actúa por indicación del premier.
Al presidente no se lo elige por medio del voto popular. Es designado por el Colegio Electoral, conformado por las dos cámaras del parlamento y las asambleas legislativas de los 29 estados y de dos de los siete territorios.
La Lok Sabha está constituida por 545 legisladores. Dos son designados directamente por el presidente, en representación de la pequeña comunidad angloindia, que tiene las dos bancas aseguradas por ser la única colectividad sin un estado propio. Los otros 543 surgen de elecciones uninominales: el país se divide en la misma cantidad de distritos electorales y el candidato más votado en cada uno de ellos accede a la Casa del Pueblo.
"India utiliza un sistema de votación de mayoría simple, también llamado de pluralidad, donde, en cada circunscripción, el candidato que obtiene más votos que nadie gana el escaño. No hay una segunda vuelta como en Francia (cuando nadie supera el 50%)", explicó Subrata K. Mitra, profesor del Departamento de Ciencia Política y del Instituto del Sudeste Asiático de la Universidad de Heidelberg, consultado por Infobae.
Con el correr de los años, el Estado ha tratado de corregir algunas de las desigualdades más flagrantes que caracterizan a la sociedad india desde hace siglos. El principal escollo es el complejo sistema de castas, que durante mucho tiempo establecía que sólo los miembros de los estratos superiores podían acceder a ciertos puestos de trabajo y a posiciones de poder.
Si bien ya no tiene estatus legal, ese esquema sigue operando con fuerza en algunas regiones del país, lo que deja a muchas personas totalmente excluidas por el sólo hecho de ser descendientes de determinado grupo social. Para compensar esas iniquidades, la Constitución india establece criterios de discriminación positiva. Por ejemplo, hay 131 escaños en la Lok Sabha que están destinados a los representantes de las castas más bajas.
Las elecciones en India son el mayor ejercicio democrático en el mundo en términos de los votantes y de la mano de obra necesaria para llevarlas a cabo
La cámara alta del Parlamento es la Rajya Sabha (Consejo de Estados). Tiene 245 bancas, de las cuales hay 12 ocupadas por personalidades destacadas de la ciencia y la cultura, a elección del presidente.
Como su nombre lo indica, no representa a la población sino a las subdivisiones políticas del país. Por eso, los otros 233 miembros no son elegidos de manera directa por el electorado, sino por los integrantes de todas las asambleas legislativas locales.
"No hay representación proporcional en las elecciones a la poderosa cámara baja —dijo Mitra—, pero sí para la cámara alta, donde sólo votan los miembros de las asambleas estatales. También hay para la nominación del presidente, una figura en gran medida ceremonial, para la cual el electorado está formado por integrantes de las legislaturas estatales y del parlamento".
Aunque todas las leyes deben ser aprobadas por ambas cámaras para obtener una sanción definitiva, la Lok Sabha tiene ciertas prerrogativas que la vuelven la cámara fuerte. Por ejemplo, en ciertos proyectos presupuestarios, tiene la potestad de revertir de manera irrevocable lo que dicte la Rajya Sabha. Además, en caso de haya un conflicto en torno a una iniciativa, se dirime en una asamblea que reúne a los integrantes de los dos cuerpos, lo que le da una ventaja ostensible, porque duplica a la otra en bancas.
El proceso electoral
Debido a la enorme población del país, y a la larga historia de tensiones étnicas y de enfrentamientos políticos, con magnicidios de alto nivel incluidos, las elecciones se dividen en siete fases. En cada una, se vota en distintas regiones. Si todo se resolviera en un solo día, muchos puntos críticos quedarían desprotegidos.
"Las elecciones en India son el mayor ejercicio democrático en el mundo en términos de los votantes y de la mano de obra necesaria para llevarlas a cabo. La vasta extensión del país y la logística para llegar al último elector requieren mucho tiempo y son un proceso engorroso. Las fuerzas de seguridad se trasladan a diferentes lugares para garantizar que los comicios sean libres y justos", sostuvo Praveen Rai, secretario académico del Centro para el Estudio de Sociedades en Desarrollo de Nueva Delhi, en diálogo con Infobae.
El pasado jueves se celebró la primera fase: se votó en 91 distritos electorales, repartidos en 20 estados. La segunda será el 18 de abril (97 distritos en 13 estados); la tercera, el 23 de abril (115, 14); la cuarta, el 29 de abril (71, 9); la quinta, el 6 de mayo (51, 7); la sexta, el 12 de mayo (59, 7); y la séptima, el 19 de mayo (59, 8).
"La razón por la cual la elección se extiende a lo largo de siete semanas es que las tropas tienen que ser desplegadas para llevar a cabo comicios seguros —dijo Mitra—. El movimiento de una parte del país a otra lleva mucho tiempo porque India es muy grande y hay 543 distritos electorales".
En los estados más tranquilos, se define todo en una sola jornada, pero en los más conflictivos, como Bihar, se vota los siete días, en una parte diferente cada vez. El ejemplo extremo se da en el estado de Jammu y Cachemira, en el norte, donde hay un distrito electoral, Anantnag, que se parte en tres fases, para maximizar el control de las fuerzas del orden.
Cachemira es un territorio en disputa entre India y Pakistán, y fue escenario de una peligrosa escalada luego de que el 14 de febrero pasado un terrorista suicida asesinara a 41 soldados indios. Nueva Delhi reaccionó con un bombardeo aéreo sobre un presunto campo de terroristas en suelo pakistaní, lo que motivó una respuesta de la Fuerza Aérea de ese país.
La razón por la cual la elección se extiende a lo largo de siete semanas es que las tropas tienen que ser desplegadas para llevar a cabo comicios seguros
India derribó un caza paquistaní, pero perdió uno de sus aviones en enfrentamientos cerca a la frontera, y el piloto terminó siendo capturado. La tensión disminuyó luego de que Islamabad lo liberara ileso, días más tarde. No fueron pocos los observadores que notaron lo conveniente del cruce para el discurso nacionalista de Modi, a pocas semanas de las elecciones.
Un condimento que agrega complejidad al proceso es que el voto es electrónico. En las horas previas a la apertura de los comicios, miles de trabajadores tienen la misión de trasladar las máquinas a los centros de votación. En las grandes ciudades no hay mayores complicaciones, pero en las zonas rurales puede ser una odisea llegar a algunos puntos recónditos.
Las largas filas y la sensación de desorden son habituales en cada elección. Cuando al elector le llega su turno, presenta una identificación ante las autoridades. Estas le entregan un papel y le pintan el dedo índice de una mano con una tinta indeleble, para prevenir el doble voto.
Luego de firmar en una planilla, el ciudadano acude a la máquina, que tiene una serie de botones. Al lado de cada uno están los nombres de los candidatos del distrito, y el partido por el que se presenta, además de un símbolo que lo identifica. Tras un fallo del Tribunal Supremo, que determinó en 2013 que las personas debían tener el derecho expresar un voto negativo, se agregó una opción que antes no existía: "Ninguno de los anteriores" (NOTA por la sigla en inglés).
Una vez que el elector aprieta el botón correspondiente a su preferencia, suena un pitido que alerta a la autoridad de que ya se emitió el voto. Entonces, en el papel que le habían dado en un principio se imprime el comprobante del sufragio, con el candidato elegido. Finalmente, lo introduce en una urna y se va.
Las máquinas almacenan y cuentan los votos de forma digital, pero el respaldo en papel se incorporó en estas elecciones para que haya un respaldo adicional. El 23 de mayo se realizará el conteo general y ese mismo día se sabrá el resultado provisorio. Luego se hará el cotejo entre el número provisto por las máquinas y el que surge de las papeletas.
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