Sin acceso constante a internet, atención médica o la posibilidad de salir al exterior, Julian Assange se quejó de que su estancia de casi siete años en la Embajada ecuatoriana en Londres fue incómoda. Las condiciones ahora pueden ser mucho peores para el fundador de WikiLeaks.
Luego de que un tribunal de Londres procesara a Assange fue trasladado a la prisión de Belmarsh, según su amigo Vaughan Smith, quien fue una de las últimas personas en visitar al australiano en la Embajada antes de su arresto el jueves.
Calificada en su momento como la Guantánamo de Gran Bretaña, Belmarsh, en el sureste de Londres, ha albergado a presos de alto perfil como Abu Qatada, descrito por un juez español como la mano derecha en Europa del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y cuatro hombres que intentaron perpetrar un ataque suicida en la red de transporte público londinense. El recinto puede ser un indicio de la línea estratégica de las autoridades británicas con respecto a la detención del hombre de 47 años mientras lucha contra su extradición a Estados Unidos por divulgar secretos del gobierno de ese país.
De acuerdo con un informe de inspectores del año pasado, Belmarsh recibe a distintos tipos de criminales, desde delincuentes de bajo riesgo hasta una unidad en la que se encuentran algunos de los prisioneros más peligrosos en el país. La cárcel también tiene una pequeña cantidad de presos que requieren condiciones de gestión específicas debido a sus perfiles públicos.
Los alrededores no le resultarán totalmente desconocidos a Assange. Estuvo en otra cárcel de Londres, la prisión de Wandsworth, durante nueve días en 2010 por una solicitud de extradición de Suecia. Cuando Assange fue puesto en libertad bajo fianza, su abogada, Jen Robinson, en ese momento tildó las condiciones del recinto de "dickensianas" y prometió que su cliente nunca regresaría. Assange por su parte consideró que su estancia era una oportunidad para pensar.
"Durante mi estadía en una prisión victoriana, tuve tiempo de reflexionar sobre las condiciones de las personas de todo el mundo que también están en régimen de aislamiento en condiciones más difíciles que las que yo enfrenté", comentó Assange en ese entonces.
Un vocero de Assange confirmó que está en Belmarsh. Robinson y otro de sus abogados, Ben Cooper, no respondieron a correos electrónicos en busca de comentarios. No fue posible contactarse con el Ministerio de Justicia y con la fiscalía.
Sus condiciones de vida en la oficina ecuatoriana eran básicas. De acuerdo con informes de medios, permaneció en una habitación con una cama, una mesa y una trotadora donada, sin luz natural.
Es poco el tiempo permitido fuera de la celda. Casi la mitad de los presos señalaron que usualmente pasan menos de dos horas fuera de ellas a la semana, según el reporte de inspectores.
Si Assange se mantiene en la unidad de alta seguridad la situación puede ser aún más difícil. El informe del inspector calificó las condiciones de "extremadamente claustrofóbicas" y el acceso al gimnasio y la biblioteca está más restringido.
Fuente: Bloomberg