La batalla por el control de la capital Libia se intensificaba este miércoles y en consecuencia el Consejo de Seguridad de la ONU anunció una reunión de emergencia en Nueva York para tratar la escalada de violencia.
Aquejada por una cruenta guerra civil desde la caída de Muamar Gadafi, Libia lidia desde la semana pasada con la ofensiva lanzada por las fuerzas del Ejército Nacional Libio (LNA, en inglés) lideradas por el caudillo Jalifa Haftar, sobre Trípoli, donde funciona en el Gobierno de Unidad Nacional (GNA, en inglés), que ha sido apoyado por la ONU.
Desde entonces se estima que al menos 47 personas ha muerto y 181 resultaron heridas en los combates en torno a la capital, y además el único aeropuerto en operaciones en Trípoli fue bombardeado por las fuerzas de Haftar.
La reunión del Consejo de Seguridad tendrá lugar a puertas cerradas en Nueva York, y llega un día después de que la Conferencia Nacional sobre Libia, con la que se esperaba allanar el camino hacia nuevas elecciones, debiera ser cancelada por los combates.
Por la noche del martes se podían escuchar fuertes disparos en el distrito capitalino de Ain Zara, el sureste de Trípoli. "Los combates se han intensificado. Tenemos miedo de dejar la casa", dijo un residente a la agencia AFP. También se ha reportado el bloqueo de numerosas calles, impidiendo la evacuación de civiles.
A pesar de esto, se cree que miles han salido de la ciudad desde el inicio de la escalada la semana pasada, aunque la ONU ha alertado que cerca de 500.000 niños aún permanecen en Trípoli.
El LNA reportó a través de su órgano de comunicación que ha ocupado los cuarteles en Aziziya, 50 kilómetros al sur de la capital, tras "feroces combates". En el proceso capturaron a numeroso soldados del GNA y los desarmaron, señaló el comunicado.
Por su parte el portavoz del GNA, Mohamed Gnounou, dijo que han lanzado numerosos ataques aéreos contra posiciones del LNA en las afueras, así como también a sus bases logísticas en el este del país.
Al parecer, las tropas de Haftar están avanzando en dos frentes, desde el sur y el sureste de Trípoli, ya que los caminos costeros están fuertemente defendidos por soldados del GNA.
En 2011 Libia entró en una espiral de violencia tras el levantamiento que, con apoyo de una coalición internacional liderada por Estados Unidos, derrocó al longevo dictador Muamar Gadafi.
Tras la caída y muerte del caudillo, un gobierno de transición intentó reconstruir el país y llamar a elecciones, pero en 2014 la violencia entre dos grandes facciones llevó a una nueva guerra civil que aún persiste.
En este contexto dos gobiernos distintos reclaman el poder. Por un lado el GNA, que controla el oeste del país, tiene su sede en Trípoli y cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, y por el otro el ENL, que controla el este del país con sede en Tobruk, incluye a numerosos ex gadafistas en sus filas y está liderado por Haftar.
Con información de AFP
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