Naciones Unidas reveló este martes que hospitales locales informaron que 47 personas murieron y 181 resultaron heridas en los últimos días, en el marco del intento de las fuerzas al mando del mariscal Jalifa Haftar de tomar Trípoli, la capital de Libia, que está en manos de un gobierno reconocido internacionalmente.
El número de víctimas es superior al que habían brindado los bandos en disputa. La gran mayoría son combatientes, aunque también hay algunos civiles, incluidos dos médicos, dijo el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, en una conferencia de prensa en Ginebra.
El único aeropuerto funcional en Trípoli sufrió daños el lunes por un ataque aéreo de las fuerzas de Haftar, que mantiene una violenta ofensiva sobre la capital libia que fue condenada con firmeza por la ONU. Las tropas del mariscal, denominadas Ejército Nacional Libio (ENL), mantienen desde el jueves su marcha para controlar Tripoli, donde encuentran resistencia de las fuerzas del Gobierno de Unión Nacional (GNA).
El ENL reivindicó el ataque contra el aeropuerto de Mitiga, en el este de la capital libia, que motivó la suspensión de todos los vuelos y la evacuación del terminal aéreo, aunque no se registraron víctimas. Un periodista de AFP percibió un foso de casi un metro de profundidad en el centro de una pista de aterrizaje, y un viejo helicóptero dañado por el ataque.
En Nueva York, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó "enérgicamente" la escalada militar en Libia, "incluido el ataque aéreo realizado por un avión del ENL contra el aeropuerto Mitiga".
En un comunicado, Guterres formuló un dramático llamado a "la detención inmediata de todas las operaciones militares para reducir la situación y evitar un conflicto total".
De su lado, el enviado de la ONU para Libia, Ghassan Salamé, dijo que el ataque contra el aeropuerto era "una violación grave del derecho internacional humanitario, que prohíbe ataques a contra infraestructura civil".
Según el portavoz del ENL, Ahmad al Mesmari, el ataque tenía por objetivo un avión militar Mig-23.
El presidente francés, Emmanuel Macron, hizo una llamada telefónica al jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GNA), Fayez al Sarraj, para expresarle su "rechazo total" a la ofensiva de Haftar contra Trípoli, según indicó un comunicado del servicio de prensa al Sarraj.
Según el comunicado del GNA, gobierno reconocido por la ONU y la comunidad internacional, "el presidente francés declaró su total rechazo a la ofensiva contra la capital y que se pusiera en peligro la vida de civiles, y (subrayó) la necesidad de detener este ataque".
A pesar del temor a una guerra generalizada en este país petrolero, inmerso en el caos desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, las grandes potencias fueron incapaces de ponerse de acuerdo en la ONU sobre una declaración. El texto, examinado el domingo por el Consejo de Seguridad, tenía entre otros el apoyo de Estados Unidos, pero fue bloqueada por Rusia, que quiere que haya un llamamiento "a todas las partes" para evitar "un baño se sangre".
A su turno, la Unión Europea (UE) llamó el lunes a Haftar a detener su ofensiva. "Llamé muy firmemente a todos los dirigentes libios y, especialmente a Haftar, a detener todas las operaciones militares y volver a la mesa de negociaciones bajo los auspicios de la ONU", dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
"Debemos evitar una escalada militar que pueda conducir a una guerra civil", insistió Mogherini tras una reunión de cancilleres en Luxemburgo.
El mariscal Haftar y su Ejército Nacional Libio (ENL) tiene el apoyo político de una autoridad con sede en el este el país. Además de las regiones orientales, sus fuerzas extendieron su control al sur de Libia y apuntan ahora al oeste, donde está situada la capital, Trípoli y el GNA, apoyado además por milicias del oeste.
Estas fuerzas prometieron el domingo una contraofensiva, llamada "Volcán de cólera" para "limpiar todas las ciudades libias de agresores". Las fuerzas pro-Haftar indicaron por su parte el sábado que 14 de sus combatientes murieron.
La agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) expresó su "preocupación" e indicó que más de 2.800 personas ya tuvieron que ser desplazadas por los combates.
Con información de Imed Lamloum – AFP
MÁS SOBRE ESTE TEMA: