Un maestro chino fue detenido por envenenar a sus alumnos en un jardín de infantes en el centro del país. Sus 23 víctimas fueron hospitalizadas, informó la agencia Xinhua.
El maestro, de apellido Wang, vertió por una razón aún no precisada nitrito de sodio en la comida servida a los niños de entre 4 y 5 años para su desayuno, según los resultados de una investigación preliminar citados el lunes por la noche por la agencia de prensa oficial.
Los niños tuvieron vómitos y algunos se desmayaron luego de la comida. El incidente se produjo el 27 de marzo en una escuela de la ciudad de Jiaozuo, en la provincia de Henan.
Padres de algunos de los niños afectados relataron que fueron avisados por la escuela de la situación y que, al llegar allí, se encontraron a sus hijos pálidos y vomitando o incluso desmayados. La información agrega que los niños habían sufrido una intoxicación "relativamente grave", y que ocho de ellos continúan ingresados en un hospital local. Uno se encuentra en estado delicado, y los otros siete están en observación.
La escuela ha sido clausurada y el resto de alumnos -el total de niños matriculados ronda los 50- han sido trasladados a otros centros de la zona.
El caso ha sido comentado en las redes sociales chinas, con más de 17 millones de visitas en Weibo (equivalente chino de Twitter).
La Policía especificó en un comunicado que continúa con las investigaciones y afirmó que todavía no se han esclarecido los motivos del incidente. Pero fuentes policiales citadas por medios chinos aseguran que el profesor podría haber envenenado a los niños para vengarse de uno de sus compañeros.
El nitrito de sodio es un producto químico utilizado para la conservación de carnes. Pero la sobreexposición puede ser tóxica e incluso letal.
En China, los escolares han sido objeto de ataques a menudo letales cometidos por personas resentidas o consideradas mentalmente enfermas. En octubre del año pasado, por ejemplo, una mujer atacó e hirió con un cuchillo a 14 niños en un preescolar en la provincia de Sichuan, suroeste de China.
La agresora, de 39 años, usó un cuchillo de cocina para cortar a los estudiantes mientras regresaban al aula después de realizar unos ejercicios matutinos. Después de que la policía acudió al lugar, los niños fueron evacuados para recibir atención médica. La mujer que llevó a cabo el ataque fue detenida y la policía inició una investigación.
En 2002 se produjo otro caso estremecedor: 42 personas, en su mayoría estudiantes, murieron tras tomar tentempiés adulterados con veneno para ratas en la ciudad oriental de Nanjing. El asesino fue condenado rápidamente a la pena capital y fue ejecutado.
Con información de AP, EFE y AFP
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