La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, pidió a la Unión Europea (UE) una nueva prórroga "corta" para el Brexit con el objetivo de lograr una salida acordada, después de tres rechazos consecutivos a su plan por parte de la Cámara de los Comunes.
En una declaración a los medios tras siete horas de frenéticas reuniones con su gabinete de ministros, la premier también se dirigió al líder de la oposición, Jeremy Corbyn, para proponerle buscar juntos un nuevo plan de salida "que ambos puedan llevar a la Cámara".
La propuesta implica trabajar en un plan de consenso, en momentos en los que la posibilidad de una salida caótica crece de forma estrepitosa.
"Son tiempos difíciles para todos. Pero tenemos que encontrar los compromisos por los que votó el pueblo británico", afirmó May.
Un rato después de la comparecencia de la primera ministra, Corbyn habló con los medios y se manifestó "muy feliz" de sentarse con May para intentar sacar al país del impasse en el que se encuentra.
"Nos reuniremos con la primera ministra. Reconocemos que ha hecho un esfuerzo, y yo reconozco mi responsabilidad de representar al pueblo que apoyó a los Laboristas en las últimas elecciones y también a quienes no nos apoyaron pero sin embargo quiere certezas y seguridad por su futuro, y esa es la base sobre la me reuniré con ella y debatiré estas cuestiones", dijo Corbyn, citado por el diario The Guardian.
Tras la declaraciones de May, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, instó a "ser pacientes". "Incluso si, después de hoy, no sabemos cuál será el resultado final, seamos pacientes", escribió el político polaco en su perfil de la red social Twitter.
La primera ministra reunió a su gabinete para evaluar la posibilidad de convocar una cuarta votación esta semana sobre su impopular acuerdo, que los parlamentarios ya rechazaron el 15 de enero, el 12 de marzo y el pasado viernes, aunque en ésta última oportunidad su plan obtuvo más apoyos que en las votaciones anteriores debido a que la premier puso su renuncia a disposición para la segunda etapa de las negociaciones.
El problema irlandés
Mientras tanto, Irlanda no quiere convertirse en "la puerta trasera" que facilite a los británicos acceder al mercado europeo en caso de Brexit sin acuerdo entre Londres y la Unión Europea, advirtió el martes en París el primer ministro irlandés Leo Varadkar.
Al mismo tiempo que reiteró su oposición al regreso de una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, Varadkar afirmó que "la carne de res criada con hormonas" procedente de terceros países vía Reino Unido, no entrará a Irlanda ni al resto de la UE en caso de divorcio sin acuerdo.
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