Ryanair Holdings Plc fue uno de los 10 mayores contaminadores de Europa el año pasado, primera vez que le sucede a una compañía que no opera centrales eléctricas a carbón.
Esta es la conclusión del análisis de los datos de emisiones carbono de la Unión Europea, realizado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, un grupo de investigación con sede en Bruselas. El grupo halló que las emisiones de dióxido de carbono de Ryanair aumentaron 6,9 por ciento el año pasado.
Los hallazgos resaltan la creciente contribución de la industria de aerolíneas en términos de gases de efecto invernadero, a los que se culpa por dañar la atmósfera. La contaminación de las aerolíneas ha aumentado en cerca de dos tercios desde 2005 y se prevé que siga aumentando a medida que los vuelos se tornan más asequibles. Así, la industria va camino a convertirse en el emisor más grande en tres décadas.
Otras industrias están logrando reducir su producción de sustancias nocivas. El año pasado, el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE registró una reducción de 3,8 por ciento en los gases de efecto invernadero. Las naciones desde Alemania hasta el Reino Unido están eliminando gradualmente las plantas a carbón para reducir las emisiones.
Ryanair fue noveno en la lista de los principales contaminadores de Europa. Los demás puestos del top 10 están ocupados por empresas de servicios públicos que generan electricidad a partir del carbón, el combustible fósil más sucio.
En un comunicado, Ryanair dijo que "es la aerolínea más ecológica y limpia de Europa" y que "los pasajeros que viajan en Ryanair tienen las emisiones de CO2 más bajas por kilómetro recorrido que cualquier otra aerolínea".
La Organización de Aviación Civil Internacional recientemente comenzó a abordar las emisiones de aviación mediante la adopción de directrices de autocontrol. Estas directrices tienen como objetivo compensar cualquier aumento de carbono a través de la siembra de árboles o invirtiendo en tecnologías más limpias. Los críticos del plan dijeron que las compensaciones ya se han intentado y no funcionan, en parte porque son difíciles de controlar.
Las emisiones de la UE cubiertas por el mercado de carbono de la región volvieron a disminuir el año pasado después de haber aumentado ligeramente en 2017, según datos preliminares.
Fuente: Bloomberg