Un bebé nació por cesárea en el Hospital de Sao Joao de Oporto, en el norte de Portugal, tras casi 32 semanas de gestación de una madre que llevaba tres meses en estado de muerte cerebral.
La jefa de Neonatología del centro sanitario, Hercília Guimaraes, explicó esta semana en rueda de prensa que decidieron adelantar la cesárea prevista para este viernes porque la madre presentó "deterioro respiratorio" en la madrugada.
El bebé nació tras 31 semanas y seis días de gestación con 1,7 kilogramos, un peso "adecuado" para su edad gestacional, según Guimaraes, quien dijo que "nació bien".
Salvador, el nombre que le han dado al niño, necesitó soporte respiratorio al nacer, aunque la jefa de Neonatología matizó que es lo habitual en los bebés que nacen a las 32 semanas.
El hospital había decidido intentar prolongar el embarazo hasta las 32 semanas porque es el momento que marca la barrera entre los prematuros y los moderadamente prematuros, por lo que ya es "un bebé que genera menos preocupación".
La madre sufrió un ataque de asma agudo a las doce semanas de embarazo y, tras un tiempo en coma inducido, entró en muerte cerebral a las diecinueve semanas.
Se trata del primer bebé nacido de una madre con muerte cerebral en el Hospital de Sao Joao de Oporto
En el Centro Hospitalario de Lisboa Central hubo un caso semejante en 2016, cuando nació un niño de una madre que llevaba quince semanas en muerte cerebral, el mayor periodo de supervivencia registrado en Portugal.
La madre en coma fue identificada como la piragüista internacional Catarina Sequeira de 26 años, era una deportista talentosa, pero sufría de asma desde niña.
El jefe del comité de Ética del hospital de Sao Joao, Filipe Almeida, explicó que la familia y los médicos tomaron la decisión de mantener vivo al feto en el útero de la madre porque Sequeira nunca había optado por abandonar la ley de presunción de consentimiento para la donación de órganos en Portugal.
"Ser donante no es solo estar en posición para donar un hígado o un corazón o un pulmón, sino también estar en posición de donarte a ti mismo para que un bebé pueda vivir", le dijo Almeida a la página web del Observador.
"Nadie tiene el derecho de interrumpir el proceso de decisión de la madre", afirmó.
La madre de Sequeira, María de Fátima Branco, contó a la televisión portuguesa que se había despedido de su hija el 26 de diciembre y que otra razón para quedarse con el bebé fue que el padre, Bruno, siempre había querido tener hijos.
El niño nació con un peso de 1,7 kg y se espera que permanezca en el hospital durante al menos tres semanas, según informes médicos.
En 2016, otro bebé, Lourenzo, nació en Lisboa después de sobrevivir 15 semanas en el vientre de su madre declarada con muerte cerebral.
Con información de EFE