Una de las familias más acaudaladas de Alemania prometió donar millones de euros a organizaciones caritativas tras enterarse de que antepasados fueron fieles seguidores de los nazis y usaron trabajos forzados.
Albert Reimann Sr. y Albert Reimann Jr. usaron civiles rusos y prisioneros de guerra franceses como obreros forzados, reportó el domingo el diario Bild.
El portavoz familiar Peter Harf, director de la empresa familiar, dijo que una investigación interna confirmó esas conclusiones.
La compañía que fundaron, JAB Holding, es hoy un gigante que posee marcas que van desde Clearasil hasta Calgon. Con una riqueza estimada en 33.000 millones de euros, se cree que la familia Reimann es la segunda más rica de Alemania.
La familia se distinguió durante el nazismo como unos prominentes admiradores del nacional-socialismo y del propio Adolf Hitler. Las cartas reveladas por el periódico Bild muestran su disposición a donar a las SS incluso años del ascenso al poder del dictador.
Posteriormente, la empresa tuvo un rol crucial en la guerra, al fabricar productos bélicos y de otro tipo para las Fuerzas Armadas alemanas.
El vocero indicó que la familia nunca habló de la era nazi, pero que según documentos internos, padre e hijo, quienes fallecieron en 1954 y 1984, "debieron haber estado en la cárcel" por las acciones cometidas durante el Holocausto.
En 1943 la compañía usó hasta 175 trabajadores forzados y empleaba a un capataz que era conocido por su trato cruel hacia los trabajadores. El vocero se limitó a aclarar que se trataba de trabajo forzado y no esclavo.
Harf añadió que la familia publicará los resultados de la investigación y donará 10 millones de euros (poco más de USD 11 millones de dólares) a fines caritativos.
JAB es accionaria de las cadenas de restaurantes Pret a Manger, Krispy Kreme Doughnuts, Peet's Coffee y otras.
(Con información de AP y AFP)