Las Fuerzas de Siria Democrática (SDF, en inglés), una alianza encabezada por fuerzas kurdas y apoyadas por la coalición internacional que dirige Estados Unidos, lanzaron este jueves informaciones contradictorias sobre la caída del "califato" del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés) en el norte de Siria, aunque se cree que el anuncio de la victoria final es inminente.
El miércoles el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había señalado que la derrota de los yihadistas era casi un hecho y que Al Baguz, la última localidad del "califato" proclamado por los yihadistas en 2014, caería esa misma noche.
Este jueves un comandante de las SDF, Mervan Qamishlo, se apresuró en anunciar que sus tropas han "terminado las operaciones militares" y han "liberado completamente" Al Baguz, la última localidad del "califato" proclamado por los yihadistas en 2014, pero minutos después fue desmentido por un portavoz de la misma alianza armada.
El comandante Adnan Afrin dijo a la agencia EFE que la derrota del grupo yihadista en Siria está "a punto" de producirse, pero aclaró que "todavía" no se ha anunciado la victoria definitiva.
Las SDF anunciaron el pasado martes la conquista del campamento en el que se refugiaban los yihadistas en la localidad de Al Baguz, por lo que los últimos combatientes del ISIS se vieron obligados a refugiarse en una estrecha franja de terreno a orillas del río Éufrates. También se especula que haya combatientes escondidos en túneles y trincheras que deberán ser "limpiadas".
Este miércoles no hubo operaciones militares en la zona, cercana a la frontera iraquí, y las SDF se limitaron a peinar el campamento tomado en la víspera.
Las milicias kurdas han expulsado al ISIS de las provincias sirias ubicadas al este del río Éufrates, incluyendo la ciudad de Raqqa, la capital de facto del "califato" proclamado por los yihadistas en 2014 y que fue liberada en 2017.
"Todo en rojo es el ISIS. Cuando asumí el poder era un desastre. Ahora, en la parte inferior está el mismo lugar pero no hay rojo. Solo un pequeño sitio que caerá esta noche", explicó el miércoles Trump ante los reporteros en la Casa Blanca, mostrando dos mapas.
La ofensiva contra el último territorio controlado por los yihadistas, que se extendía de Al Baguz a la localidad de Hayín, en la frontera con Irak, comenzó el pasado septiembre con el respaldo de los bombardeos de la coalición internacional y de tropas de Estados Unidos.
La operación militar se vio ralentizada en las últimas semanas debido a la presencia de miles de civiles en el interior de Al Baguz, la mayoría de los cuales han sido evacuados al campo de desplazados de Al Hol, ubicado a 300 kilómetros al norte, y donde ahora hay cerca de 67.000 personas.
Alguna vez franquicia de Al Qaeda en Irak, en 2013 el ISIS rompió con aquel grupo terrorista y un año después lanzó una campaña de conquista en Siria e Irak, provechando los conflictos internos que habían debilitado a ambos países. En poco tiempo tomaron un territorio de unos 54.000 kilómetros cuadrados, incluyendo las ciudades de Raqqa y Mosul.
Para el 2016, y luego de un proceso de reorganización del ejército iraquí y de las milicias en Siria, este "califato" se había recudido considerablemente y para 2018 consistía en apenas un puñado de pueblos pequeños y franjas desérticas.
Pero aunque la caída de Al Baguz y del proyecto de un estado islámico yihadista será una victoria enorme sobre el ISIS, lo cierto es que en estos años el grupo se expandió en varios continentes y es posible que siga activo como organización terrorista clandestina, en especial mientras su lider Abu Bakr al Baghdadi siga al mando.
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