Al menos 96 personas murieron este jueves en el naufragio de una embarcación en el río Tigris en Mosul, la gran ciudad del norte de Irak, donde numerosas familias celebraban la fiesta de Nouruz.
"La cifra de víctimas que murieron en el accidente asciende a 96, entre ellas mujeres y niños", informó en un comunicado el portavoz del Ministerio del Interior, Saad Maad, sin dar más detalles.
Según la Dirección de Defensa Civil, la barca trasladaba a más de cien viajeros de una orilla a otra del río Tigris, en la ciudad iraquí de Mosul, pese a que la capacidad máxima era de 50 personas. El peso y el movimiento de la corriente hizo que la nave se vuelque por completo.
El principal motivo del accidente, según apunta Interior, es que la "capacidad de la barca era mucho menor que el número de pasajeros que se encontraba en ella".
Ayer, el Departamento de Recursos Hídricos alertó del aumento del nivel del agua del Tigris por la apertura de las compuertas de la presa de Mosul.
Entretanto, numerosas personas se reunían hoy en la zona de atracciones de Mosul para celebrar, entre otras fiestas, el Nouruz, el Año Nuevo kurdo, el Día de la Madre y el primer día de la primavera.
El Nouruz coincide con el equinoccio de primavera y marca el comienzo del nuevo año en el calendario solar persa, usado por los kurdos.
La festividad es un momento de alegría en que se celebran el renacimiento, la llegada de la luz y la fertilidad con rituales que mezclan la tradición y la superstición y que se celebra en todos los países con influencia cultural persa, de Turquía a Asia Central.
El presidente iraquí, Barham Salih, aseguró este jueves en su cuenta de Twitter que "la tragedia no va a pasar sin un castigo duro a los responsables".
Según apuntó Interior, ya han sido detenidos los responsables de la zona turística, sin ofrecer más detalles.
La televisión estatal informó de que un tribunal de Mosul había ordenado el arresto del propietario del ferry, así como del propietario de la zona recreativa en la isla.
Seguidamente, señaló que la corte también ordenaba el despido de nueve trabajadores del transbordador.
Por otro lado, el primer ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, expresó su dolor por los más de 90 muertos "inocentes" en el naufragio de la barca.
En un comunicado, ordenó abrir una "investigación inmediata" y pidió "recibir un informe en 24 horas para conocer la verdad y descubrir a los culpables, para que la Justicia siga su curso".
El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Jeremy Hunt, mostró su pesar "por la terrible tragedia" durante las celebraciones de Nouruz. "Mientras Mosul emerge de la sombra oscura de la opresión del ISIS (el grupo terrorista Estado Islámico), este Año Nuevo debería haber sido un momento de alegría. Y no fue así", subrayó.
Mosul fue la considerada capital de facto del grupo yihadista en Irak hasta julio de 2017, cuando fue liberada por las fuerzas iraquíes tras casi nueve meses de una intensa ofensiva.
Desde entonces, una de las prioridades de la urbe, la segunda más importante de Irak, es la reconstrucción de sus servicios para que los ciudadanos regresen, aunque el nivel de destrucción, sobre todo en la parte oeste, es masivo y muchos de sus ciudadanos se sienten abandonados por el Gobierno.
Con información de EFE y AFP