Boeing introdujo el 737 en 1967. Desde entonces ha producido cerca de 10.000 unidades que lo convierten en uno de sus aviones emblema, pero la reputación que construyó a lo largo de décadas, se desplomó con los fatales accidentes de Indonesia y Etiopía de su modelo más reciente Boeing 737 MAX.
El gigante de la aviación atraviesa por una crisis de dimensiones insospechadas en medio de serios cuestionamientos hacia la seguridad de las aeronaves.
"Me rehúso a volar en un Boeing 737 Max 8". Con la misma contundencia con la que se expresaron varios pasajeros alrededor del mundo, luego de la caída del vuelo ET302 de Ethiopian Airlines la semana pasada, los mercados han castigado con severidad las acciones de la compañía.
Este lunes los títulos del fabricante estadounidense amanecieron con una pérdida del 3% que se une a la debacle de la semana pasada, que le costó casi USD $27.000 millones.
Las similitudes entre los accidentes de Indonesia y Etiopía pusieron el centro de la atención en la aeronave que entró en funcionamiento en 2017 y que tenía en circulación 370 aparatos.
El sistema automático de estabilización (MCAS) está bajo escrutinio. Se trata de un software que se creó para ayudar al Boeing 737 MAX a evitar el estancamiento de aire y así hacer más eficiente el consumo de combustible, para competir con el modelo de Airbus, pero sus motores más grandes le dieron una aerodinámica diferente.
Los primeros indicios sugieren que en ambos accidentes pudo haber factores propios de la automatización como el MCAS, pero también el elemento humano y una ineficiente capacitación de los pilotos. La combinación resulta en uno de los retos más complejos que ha enfrentado Boeing.
Un reporte de Wall Street Journal indicó que el Departamento de Transporte de los Estados Unidos está investigando el visto bueno que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), le dio a las medidas de seguridad del Boeing 737 MAX.
La FAA fue el mismo organismo que dio total respaldo a Boeing, mientras otros países del mundo prohibieron su operación en su espacio aéreo. Fue una orden directa del presidente Donald Trump, la que puso en tierra al Boeing 737 MAX en la Unión Americana.
Boeing y la industria de la aviación se han enfrentado a otras crisis, pero nada parecidas a esta, que puede dejar una afectación "sustancial", según Craig Fraser de la calificadora Fitch.
Las investigaciones de las causas del accidente en Etiopía están en su fase inicial, pero los daños a la imagen de Boeing son complejos.
Analistas consideran que la suspensión de vuelos del Boeing 737 MAX podría durar seis meses. Se trata de un tiempo crucial para una compañía con un siglo de vida trabaja para actuar de forma rápida y evitar que la crisis sea de efectos irreversibles.
En 2018 Boeing tuvo ingresos por USD $101.100 millones. Una cifra superior a la economía de países como Ecuador y Venezuela. USD $60.700 millones se obtuvieron gracias a la aviación comercial.
Cada 1,5 segundos aterriza o despega un Boeing 737 en el mundo. Tan grande es la empresa como la crisis que atraviesa.