La masacre contra musulmanes perpetrada el viernes en dos mezquitas en Nueva Zelanda demuestra el aumento en el mundo del nacionalismo blanco que predica un ideal "Europeo" imaginario, rechaza la inmigración y comparte amenazas en internet.
Carece de liderazgo, está fragmentado, y para llamar la atención depende de atacantes de tipo lobo solitario como el australiano de 28 años que mató a 49 personas el viernes en Christchurch, y que explicó en un manifiesto que pretendía "aplastar la inmigración" y vengar los atentados llevados a cabo en Europa.
Pero los expertos advierten que se trata de un movimiento cohesivo, unido a través de internet y que se extiende por Europa hasta Rusia, tiene un gran número de seguidores en Estado Unidos y Canadá, y como demostró el ataque del viernes, está presente en Australia y Nueva Zelanda.
Éstos dicen que representa una amenaza internacional tan grande como el extremismo islámico, y más en Estados Unidos, donde los ataques de los nacionalistas blancos han superado a los de los yihadistas durante años.
"El nacionalismo blanco y el extremismo de extrema derecha es la amenaza extremista más destacada que enfrenta Estados Unidos hoy en día, y de hecho es un fenómeno mundial", dijo Brian Levin, director del Centro para el Estudio del Odio Extremista de la Universidad estatal de California.
"Esta gente tiene miedo al cambio demográfico. Usan el término genocidio blanco", explicó.
Raíces en las décadas de 1930 y 1940
El movimiento nacionalista blanco tiene sus raíces en los conceptos propuestos hace décadas por los fascistas y neonazis europeos y estadounidenses.
El historiador francés Nicolas Lebourg señaló que el manifiesto del tirador de Christchurch citaba al fascista británico de los años 1930 Oswald Mosley.
El uso de la palabra "Europeos" para referirse a los blancos fue impulsado por el neonazi estadounidense Francis Parker Yockey.
"Genocidio blanco" es una idea que surgió alrededor de 1972 en Estados Unidos, apuntó Lebourg, y fue popularizada en Europa por el escritor francés Reanud Camus.
De hecho, el titulo del manifiesto del supuesto atacante de Nueva Zelanda es "El gran reemplazo", el mismo que un libro escrito por Camus en 2011, muy popular en los círculos de nacionalismo blanco, que argumenta que los inmigrantes que no son blancos están suplantando a los europeos blancos.
Aunque algunos nacionalistas blancos son antimusulmanes, otros antijudíos, algunos capitalistas y otros socialistas, hoy les une, según los analistas, un rechazo a la inmigración.
La profesora de la Universidad de Vanderbilt Sophie Bjork-James dijo que un temor común era que los cristianos blancos pudieran convertirse en minorías en las sociedades que han dominado durante siglos.
Esto ha dado alas a movimientos como los "Identitarios", nacido en Francia, e Identity Evropa, en Estados Unidos.
Los nacionalistas blancos se han envalentonado aún más por el aumento de políticos que apoyan una línea dura con la inmigración, desde Marine Le Pen, en Francia, y Viktor Orban, en Hungría, hasta el presidente ruso, Vladimir Putin, y el partido UKIP, en Gran Bretaña.
Los mismo ocurre en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca con un discurso antiinmigración, respaldado por una base de votantes mayoritariamente blanca.
Trump pareció legitimar la marcha de supremacistas blancos y neonazis celebrada en Charlottesville en 2017, y ha evitado condenar la violencia de la extrema derecha. "Ven en él una oportunidad increíble para extender su influencia", dijo Bjork-James.
El sospechoso del ataque de Christchurch tildó a Trump de "símbolo de identidad blanca renovada y propósito común".
Si bien condenó de inmediato la masacre, Trump desató nuevamente la controversia el viernes al decir que no creía que el nacionalismo blanco fuera un problema creciente en todo el mundo.
'Estrategia del lobo solitario'
Bjork-James aseguró que internet, especialmente sitios como GAB y Stormfront, han ayudado a construir una comunidad global para los nacionalistas blancos.
"Stormfront es una cámara de centro de coordinación global para el nacionalismo blanco", dijo. El sitio está lleno de comentarios sobre el ataque de Christchurch, algunos cuestionando el asesinato de mujeres y niños. Otro comentario rechaza el debate: "Los invasores no son gente inocente".
"El ataque de un lobo solitario es en realidad parte de una estrategia global", explicó Bjork-James.
El sospechoso del ataque en Nueva Zelanda escribió que se inspiró en otros nacionalistas blancos que perpetraron matanzas masivas.
Mencionó a Anders Breivik, que asesinó 77 personas en Noruega en 2011; Dylann Roof, que mató a nueve feligreses negros en una iglesia en Estados Unidos en 2015; Alexandre Bissonnette, que mató a seis personas en un ataque en 2017 en una mezquita de Canadá, y otros como ellos.
Lebourg aseguró que los ataques más recientes parecen haberse convertido en parte de un ciclo de venganza, especialmente desde que Francia fue objetivo de los yihadistas en 2015.
El manifiesto del sospechoso apoya eso: menciona varias veces venganza por ataques del extremismo islámico.
Los ataques de 2015 fueron "un punto de inflexión para todos los supremacistas", dijo Lebourg. "Ahora la venganza está en la cabeza de la gente".
Por Paul Handley (AFP)
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