Brenton Tarrant, el autor de la masacre —transmitida por él mismo a través de Facebook Live—, que dejó 49 muertos en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, publicó en internet un manifiesto en el que reveló las motivaciones políticas del brutal atentado. Nacido en Australia, de 28 años, es un defensor de los principios del supremacismo blanco y europeo. Fue detenido por la Policía minutos después del ataque.
"Solo soy un hombre blanco común, de una familia normal que ha decidido tomar una postura para asegurar el futuro de su gente", dice en el texto que había sido publicado en fotos en su cuenta de Twitter, que fue luego eliminada.
El documentos se titula "El gran reemplazo. Hacia una nueva sociedad, marchamos siempre adelante". Son 74 páginas en las que describe sus ideas y sus objetivos políticos, y cuenta quién es. Comienza citando un poema de Dylan Thomas, que dice "No vayas gentilmente en esa buena noche".
Tarrant afirma que en Europa se está produciendo un "genocidio blanco", por la llegada masiva de inmigrantes musulmanes. Y que su "misión" sería contrarrestar ese proceso. Para ello, se propuso "crear una atmósfera de miedo, que incite a la violencia contra los musulmanes".
"Sí, es un ataque terrorista", dice en una parte, en relación al atentado que cometería horas después de la publicación. Desde un punto de vista ideológico, se describe como "etnonacionalista y fascista", y manifiesta su absoluta admiración por Anders Behring Brevik, el terrorista neonazi que masacró a 77 personas en 2011 en Noruega. Incluso afirma haber tenido "un breve contacto" con él, en el que le habría dado su "bendición" para cometer el ataque.
"Si hay algo que quiero que recuerden de estos escritos es que las tasas de natalidad tienen que cambiar", sostiene en otro apartado del texto, que hace alusión a que las familias musulmanas tienen, en promedio, más hijos que las cristianas en Europa.
En otro segmento del manifiesto, Tarrant se hace una autoentrevista. "¿Por qué llevaste a cabo el ataque?", se pregunta. "Principalmente —se responde— para mostrarles a los invasores que nuestras tierras no serán nunca sus tierras (…), y para reducir las tasas de inmigración a tierras europeas, intimidando y removiendo físicamente a los invasores".
Y agrega: "Para vengar a Ebba Akerlund", la niña sueca de 12 años que murió en el atentado terrorista perpetrado en Estocolmo en abril de 2017, cuando un refugiado de origen uzbeko atropelló a una multitud con un camión.
En el texto cuenta que planificó la masacre durante dos años, y que investigó el lugar en los tres meses previos a perpetrarlo. Además, revela que escogió las armas que utilizó con el objeto de maximizar el impacto. "Elegí armas de fuego por el efecto que tendrían en el discurso social, la cobertura mediática adicional, y el efecto que podrían tener en la política estadounidense y, por ende, en la situación política del mundo".
Otra de las preguntas que se hace a sí mismo es "¿Quién eres?". En la parte más biográfica del texto, dice haber crecido en una familia de clase obrera, de bajos ingresos, pero recalca sus orígenes europeos. "Mis padres son de estirpe escocesa, irlandesa e inglesa. Tuve una infancia regular, sin grandes problemas".
Además, se describe como una persona "privada y mayormente introvertida", que no busca fama con sus actos criminales. Dice que nunca pudo estudiar en la universidad, que trabajó algunos años y que invirtió en criptomonedas. Las ganancias las usó para viajar.
Tarrant no sólo expresó su pensamiento en el manifiesto. También lo hizo sobre sus armas, que tenían escritas unas misteriosas palabras y frases.
Las inscripciones hacen referencia a otras masacres y a viejas batallas entre cristianos y musulmanes. En los cartuchos escribió nombres como el de Luca Traini, un italiano que masacró a seis inmigrantes en la ciudad de Mascerate en 2018.
Tarrant también escribió el nombre de Sebastiano Denier, quien fue dux de Venecia y comandante de un contingente en la batalla de Lepanto, en la cual la Liga Santa de la Iglesia Católica derrotó a los turcos el 7 octubre de 1571. También está escrito el nombre de Shipka Pass, que hace alusión a una batalla a finales entre el Imperio Ruso y el Imperio Otomano.
La ubicación de las dos mezquitas de Christchurch
El ataque que horroriza a Nueva Zelanda
El atentado se produjo a primera hora de la tarde en las dos mezquitas situadas en el centro de Christchurch, la mayor ciudad de la Isla Sur del país.
"Está claro que esto solo se puede describir como un ataque terrorista (…) Por lo que sabemos parece que estaba bien planeado", indicó la primera ministra Jacinda Ardern. "Se encontraron dos artefactos explosivos en vehículos sospechosos y fueron desactivados", añadió.
La primera ministra calificó el ataque de "extrema ideología y extrema violencia" y señaló que no tiene "precedentes" en Nueva Zelanda, un país que describió como diverso y abierto.
La primera ministra afirmó que los detenidos están siendo interrogados por la policía, al tiempo que precisó que los sospechosos no estaban fichados y estaban "fuera del radar" de los servicios de inteligencia.
Las mezquitas de Christchurch estaban repletas por la sesión vespertina de oraciones, cuando comenzaron los disparos. Un portavoz de la comunidad musulmana, Mustafa Farouk, indicó que en una de las mezquitas había reunidas entre 300 y 500 personas, según Radio New Zealand.
Toda la Isla Sur de Nueva Zelanda quedó bloqueada durante unas horas para operaciones policiales de búsqueda.
Uno de los tiroteos fue retransmitido en directo a través de las redes sociales por uno de los asaltantes, que aparece con ropa militar dentro del centro de culto disparando a bocajarro a varias personas con un arma automática de la que cambió el cargador al menos dos veces.
Nueva Zelanda, un país que sólo ha tenido un puñado de tiroteos masivos en su historia, vive uno de sus "días más oscuros", dijo en la primera reacción tras el ataque Ardern.
What has happened in Christchurch is an extraordinary act of unprecedented violence. It has no place in New Zealand. Many of those affected will be members of our migrant communities – New Zealand is their home – they are us.
— Jacinda Ardern (@jacindaardern) March 15, 2019
"Lo que ha ocurrido en Christchurch es un acto extraordinario de violencia sin precedentes. No tiene lugar en Nueva Zelanda. Muchos de los afectados serán miembros de nuestras comunidades migrantes; Nueva Zelanda es su hogar, somos nosotros", dijo.
Inclusive el líder de la oposición neozelandesa, Simon Bridges, expresó públicamente su "apoyo a la comunidad islámica" del país. "Nadie en ese país debería vivir con miedo, no importa su raza o religión", apuntó.
En la mezquita de Masjid al Noor, en el centro de Christchurch, un inmigrante palestino que no quiso ser identificado, dijo que vio un hombre ser baleado en la cabeza.
"Escuché tres disparos rápidos y después de unos 10 segundos todo comenzó de nuevo. Debe haber sido un arma automática porque nadie puede apretar el gatillo tan rápidamente", dijo el hombre a la AFP.
Según su testimonio, "las personas comenzaron a correr. Algunas estaban cubiertas de sangre".
El testigo Len Peneha aseguró que vio a un hombre vestido de negro ingresar a la mezquita Masjid Al Norr y posteriormente escuchó decenas de disparos, seguidos de personas que salen aterrorizadas del lugar.
Dijo que también vio al agresor mientras huía antes de que llegaran los servicios de emergencia.
Peneha comentó que ingresó a la mezquita para intentar ayudar.
"Vi muertos por todos lados. Había tres en el pasillo, en la puerta de entrada y dentro de la mezquita", comentó. "Es algo increíble. No entiendo cómo es que alguien pudo hacerles esto a estas personas, a cualquiera; es ridículo".
Dijo que ayudó a unas cinco personas a recuperarse dentro de su casa. Señaló que una de ellas sufrió heridas leves.
"He vivido al lado de la mezquita durante unos cinco años y las personas son grandiosas, son muy amigables", comentó. "Simplemente no lo entiendo".
Según otro testigo, el asaltante llevaba casco, gafas y chaqueta militar, y utilizó un arma automática con la que realizó una veintena de disparos.
En una de las mezquitas se encontraba el equipo completo de cricket de Bangladesh, pero los jugadores lograron huir a través de un parque aledaño al edificio.
Bangladesh team escaped from a mosque near Hagley Park where there were active shooters. They ran back through Hagley Park back to the Oval. pic.twitter.com/VtkqSrljjV
— Mohammad Isam (@Isam84) March 15, 2019
El juego que ese equipo debía disputar contra la selección de Nueva Zelanda resultó cancelado.
El comisario Bush confirmó que cuatro sospechosos se encontraban bajo custodia policial. Además, indicó que la policía halló varios artefactos explosivos en autos ubicados cerca de los lugares del tiroteo. "Esto habla de la gravedad de lo ocurrido", afirmó.
El momento de la detención de uno de los sospechosos
Bush también advirtió a los fieles musulmanes que eviten las mezquitas de todo el país.
El The New Zealand Herald reportó que el segundo tiroteo fue en la mezquita Linwood Masjid.
En un mensaje, el Primer Ministro de Australia, Scott Morrison, dijo que se sentía "horrorizado por las informaciones" sobre los tiroteos.
Con información de AFP, AP y EFE
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