A medida que pasan las horas se conocen más detalles del operativo que tuvo lugar el pasado 22 de febrero en el exclusivo barrio de Aravaca, en Madrid. En dicha misión un grupo de 10 agentes encubiertos de una centenaria delegación de inteligencia europea tomaron como rehenes a los empleados de la embajada de Corea del Norte en la capital española y se llevaron 10 computadoras.
De acuerdo al testimonio que dos ex directores del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España ofrecieron a Infobae, el modus operandi utilizado durante la sorpresiva misión posee el sello de un servicio secreto "casi vecino" con "resortes en todo el continente y también con tradición en Asia. Todo lo que se diga demás corresponde a la imaginación… y a la conveniencia de tener una buena convivencia entre vecinos".
La misma fuente -que prefirió mantener el anonimato- indicó que no son usuales este tipo de misiones en España, pero que cuando ocurren "la camaradería entre los servicios secretos" permite actuar con alguna "libertad".
De la investigación en el asalto participan la propia CNI, la Brigada Provincial de Información, la Comisaría General de la Información, el Juzgado Central de Instrucción 5 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Por el momento, ninguna de las cinco dependencias ha formulado una acusación formal sobre el asunto. "No me sorprende", dice el mismo informante a este medio.
La noche del episodio, la Policía Nacional ingresó a la base norcoreana para liberar y tomar testimonio a los empleados. Allí, durante la requisa, pudo confirmar que la embajada era un lugar donde se guardaban armas de todo calibre: rifles y escopetas y revólveres y pistolas automáticas.
El régimen alquila la lujosa mansión donde residen su encargado de Negocios Yu Sok So y sus trabajadores consulares. Está situada en el número 43 de la calle Darío Aparicio. Las imágenes satelitales confirman las ventajas de ser delegado diplomático. Está radicada en una de las zonas más caras de Madrid y la parcela en cuestión muestra desde el cielo una piscina de dimensiones olímpicas y un gran edificio para albergar no sólo a sus delegaciones, sino también para celebrar fiestas, de acuerdo a lo publicado por el diario El Mundo.
Durante el hecho, Yu Sok So fue interrogado por los agentes encubiertos quienes tenían como misión llevarse consigo documentación, archivos y computadoras. Finalmente, tras varias horas, los operativos europeos pudieron cumplir con su cometido burlando la custodia española que estaba vigilando la base norcoreana.
Corea del Norte ha lanzado en el último año un centenar de ataques cibernéticos contra entidades bancarias y financieras europeas, como también latinoamericana. La actividad continúa en la actualidad de acuerdo a informes de inteligencia del Viejo Continente.
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