La historia de un alemán que cayó al Pacífico y sobrevivió a la deriva gracias a sus jeans

El náufrago, que viajaba con su hermano a bordo de un velero, cayó al mar donde le arrastró la corriente. Para salvarse, se quitó los vaqueros e improvisó un chaleco salvavidas

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El marinero alemán pasó tres horas aferrado a su chaleco hasta que el equipo de rescate consiguió localizarle (Video: Facebook @TheLoweCorporationRescueHelicopterTrust)

Arne Murke, un joven alemán de 30 años, se salvó de morir ahogado en las gélidas aguas del Pacífico Sur gracias a su astucia, su templanza y sobre todo, gracias a sus pantalones vaqueros. 

Después de viajar como turista por Nueva Zelanda, este experimentado marinero y su hermano, Helge Murke, decidieron emprender una travesía a bordo de un velero. Navegarían desde Oceanía hasta Brasil en el interior de Wahoo, una nave de 12 metros de eslora.

Partieron el 5 de marzo de la bahía de Tolaga, ubicada al este de Nueva Zelanda, dispuestos a recorrer los más de 12.000 kilómetros (6.400 millas) que les separaban de la costa de América del Sur. Pero a solo 30 kilómetros del punto de partida, lo que comenzó como una aventura legendaria se convirtió en una auténtica pesadilla.

En el video de Facebook  se aprecia la fuerte corriente del mar en el momento del accidente (Foto: captura de pantalla video Facebook The Lowe Corporation Rescue Helicopter Trust)
En el video de Facebook  se aprecia la fuerte corriente del mar en el momento del accidente (Foto: captura de pantalla video Facebook The Lowe Corporation Rescue Helicopter Trust)

La cuerda de la vela mayor se soltó y la botabara golpeó a Arne Murke, que cayó al agua. La corriente lo arrastró rápidamente y lo alejó del velero. Aunque su hermano le lanzó un chaleco salvavidas, las olas de tres metros le impidieron alcanzarlo.

Lejos de perder el control de la situación, el marinero trató de tranquilizarse. Pensó en su hija de diez meses, y su imagen le dio fuerzas para resistir los embates del mar.

"Mientras estaba en el agua pensaba, no puedo dejar a mi hija sin un padre. Esta fue mi mayor motivación" explicó Arne Murke.

La fuerza del océano lo ahogaba y le impedía mantenerse a flote. Sin darse por vencido, se le ocurrió quitarse los pantalones e inventar con ellos un chaleco improvisado. Les hizo un nudo en cada una de las perneras y lo infló con aire. Durante tres agónicas horas se aferró a sus pantalones vaqueros, que le salvaron de hundirse.

"Las olas rompían sobre mí y me enfriaban. Empezaron a temblarme las piernas. Necesitaba volver a inflar los vaqueros porque perdieron un poco de aire. Estaba agotado y me hundía. No podía usar los brazos porque no quería soltar mis jeans" contó Arne Murke en una entrevista con New Zealand Herald. 

Desde  el velero, su hermano alertó a los servicios de rescate a través de radio y utilizó dos balizas de emergencia para que pudieran localizarlos en alta mar.

El equipo de búsqueda pasó tres veces cerca del alemán, pero no consiguieron verle entre las olas (Foto: captura de pantalla video Facebook The Lowe Corporation Rescue Helicopter Trust)
El equipo de búsqueda pasó tres veces cerca del alemán, pero no consiguieron verle entre las olas (Foto: captura de pantalla video Facebook The Lowe Corporation Rescue Helicopter Trust)

"Sin los dispositivos de comunicación y balizas adecuados, las cosas podrían haber salido de otra forma" informó mediante un comunicado Chris Henshaw, el coordinador del operativo de búsqueda y rescate.

En su cuenta de Facebook, The Lowe Corporation Rescue Helicopter Trust compartió un video del momento en el que encontraron al náufrago alemán. En las imágenes, se aprecia la serenidad que demostró durante la angustiosa situación. Llevaba tres horas perdido en alta mar, sujeto a sus vaqueros.

"Sin los pantalones hoy no estaría aquí. Realmente me salvaron la vida" dijo Arne Murke.

Para el equipo de rescate, el marinero es un absoluto afortunado: "Él es increíblemente afortunado de estar vivo" escribieron en su publicación en la red social.

El momento más angustioso, narró el alemán, fue ver cómo el helicóptero se acercaba hasta el punto en el que se encontraba a la deriva, para minutos después pasar de largo.

"El helicóptero estuvo dos veces muy cerca de mí, pero no me vieron y se marcharon" contó.

Tanto Arne Murke como su hermano se recuperan en Gisborne, al noreste de Nueva Zelanda, donde intentan olvidar el gran susto que vivieron.

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