Las dos accidentes que el modelo 737 MAX de la empresa estadounidense Boeing ha registrado en seis meses, el último ocurrido el domingo en Etiopía, han llevado a numerosos países y autoridades nacionales a dejar en tierra todas las aeronaves de este tipo hasta que se concrete una investigación a fondo sobre lo sucedido.
Aunque poco se sabe aún de lo que ocurrió con el vuelo de Ethiopian Airlines, que el domingo se precipitó a tierra poco después de despegar causando la muerte de 157 personas, un análisis preliminar de otro accidente ocurrido en octubre en Indonesia apunta a una falla en los sensores de velocidad y altitud y al comportamiento del sistema automatizado MCAS.
De hecho, a finales del año pasado la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) emitió una directiva de emergencia llamando a revisar certificaciones y procedimientos en los aviones. Aunque fue una de las últimas agencias del mundo en ordenar el cese de operaciones, también el miércoles emitió una directiva al respecto.
Las autoridades nacionales de China, Indonesia, Canadá y la Unión Europea, entre otras, habían sido las primeras en prohibir las operaciones del modelo de avión en sus espacios aéreos, y líneas aéreas destacadas en Rusia, Etiopía, Brasil y Argentina, han tomado una decisión similar y en forma independiente.
Sólo Qatar y Mauritania figuran entre los últimos países que no han establecido ninguna restricción y que cuentan con 737 MAX en sus flotas.
Los sucesos han generado una fuerte pérdida de confianza en uno de los productos más modernos del fabricante estadounidense, una de las firmas más confiables de la aeronáutica mundial. En los últimos días las acciones de Boeing cayeron más del 10%, produciendo pérdidas multimillonarias.
Los 737 MAX comenzaron a operar en 2017 en sus versiones 7, 8 y 9, que ofrecen diferentes largos de fuselaje y capacidad de transporte de pasajeros. Se trata de la última variante del ya mítico 737, una aeronave comercial de alcance corto y medio que voló por primera vez en 1967 y es la más vendida de la historia.
En el caso de los 737 MAX, diseñados para hacer frente a los A320NEO del fabricante europeo Airbus y principal competidor de Boeing, se destaca de modelos anteriores por su menor consumo de combustible, mayor insonorización de la cabina y por contar con un alto grado de automatización.
Precisamente en este último punto, se han generado sospechas sobre el MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System) el "sistema de incremento de las características de maniobra" que realiza correcciones automáticas en los estabilizadores del avión (alas traseras que controlan los ascensos y descensos) de acuerdo a diferentes parámetros.
En el caso del vuelo 610 de Lion Air, que se estrelló en octubre poco después de despegar de Jakarta, Indonesia, se cree que una falla en las mediciones de altitud y velocidad generaron una reacción errónea del MCAS, lo que produjo el accidente. Murieron 189 personas.
En tanto durante el trágico vuelo 302 realizado por Ethiopian Airlines el domingo se detectaron cambios erráticos en altura y velocidad antes de caer, aunque las investigaciones continúan.
En ambos casos se trataba de dos Boeing 737 MAX 8 recién salidos de fábrica, en los dos accidentes que ha protagonizado esta aeronave hasta la fecha.
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